Por: Sarai Castro
Sé que siempre esperamos
conocer cosas más específicas de una boda, en este caso de la mía, pero no hay
avances tan dramáticos de un lunes al otro que pueda contarles. Pero siempre
hay esos momentos exactos para salvar los lunes de conectados.
Hace unos días, platicaba
con un joven, hace mucho que no lo veía. Entonces él me estaba diciendo cosas como:
“Oye, que te casas, ¿no?” y estábamos
platicando un poco de eso. Toda emocionada estaba contándole las cosas que
teníamos que hacer, todo lo que nos falta, lo que tenemos y todo este drama que
conlleva casarse y entonces él dijo: “Bueno, creo que la parte más importante
de todo esto, es encontrar a la persona correcta”.
¿Cuántos de nosotros nos
hemos este cuestionamiento? O hemos creído alguna vez que existe esa alma
gemela nuestra esperando en alguna parte del mundo, siendo la única persona que
podría darnos esa felicidad que tanto buscamos. Me hace recordar a una plática
con una amiga, hace algunos años, donde hablábamos específicamente de esto.
Ella aseguraba que en alguna
parte del mundo hay sólo una persona destinada a hacernos felices, y yo estaba
tratando de convencerla de lo contrario. Porque, imaginemos que la teoría de mi
amiga es cierta, ¿Qué va a pasar con nosotros si esa persona sufre un accidente
y muere?, ¿vamos a ser infelices y miserables el resto de nuestras vidas?, O
imaginemos que esa persona ha decidido no esforzarse, ni progresar, ha decidido
envolver su vida en vicios, malas decisiones y malas compañías, entonces ¿no
podré ser feliz con nadie más?
El presidente Spencer W.
Kimball, una autoridad general de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
últimos días habló un poco de esto: “La idea de ‘almas gemelas’ es una quimera,
una ilusión, y aunque la mayoría de nuestros jóvenes tratan con toda diligencia
y devoción de encontrar una persona con la cual la vida pueda ser más
compatible y hermosa, también es cierto que casi todo buen hombre y toda buena
mujer podría tener felicidad y éxito en el matrimonio si ambos estuvieran
DISPUESTOS A PAGAR EL PRECIO.”
Entonces podemos comenzar a
quitar esa idea de nuestra cabeza. Cierto es que existen personas con las que,
como dijo el presidente Kimball, somos MÁS compatibles que otras.
Tal vez nos
gusta escuchar música similar, o jugar los mismos juegos, frecuentar los mismos
lugares o leer los mismos libros. Porque si no tuviéramos gustos en común, al
final terminaremos buscando alguien que sí los tenga.
No vivamos una fantasía y
queramos hacerla parte de nuestra realidad. No existen los hombres y las
mujeres perfectos, nosotros no lo somos, no vayamos creando ideales
inexistentes y comprendamos esto. Si hemos encontrado a alguien que nos hace
pasar momentos felices y muy agradables, y por sobre todas las cosas nos muestra
que está dispuesto a PAGAR EL PRECIO, entonces nos estamos yendo por el camino
correcto.
Realmente no hay mucho que
pueda decirles, aún no me caso ni tengo mi propia familia, pero creo
completamente en esto. Sé que el matrimonio es el lugar donde podemos tener una
felicidad infinita si éste se basa en el respeto, el amor, la consideración, el
servicio y el perdón, pero también sé que hay momentos de dificultad y
tribulación. Entonces, no escojamos a ese alguien especial con el que
compartiremos nuestra eternidad basados en esos pensamientos de felicidad; en
lugar de eso, podemos cuestionarnos ¿él o ella estará dispuesto a pagar el
precio?
Si la respuesta es sí,
entonces sí, podemos analizar todo lo demás. Cuán felices somos a lado de ese
alguien, cuánto confiamos en él o ella y cuánto le amamos. Cuántos gustos
compartimos, que tan amigos somos, cuánto podemos platicar y sobre qué cosas
platicamos. ¿Lloramos más de lo que reímos? ¿Peleamos más de lo jugamos?. No
tomemos esto a la ligera, sigamos el consejo de nuestros líderes y tomemos esta
decisión con un espíritu de oración y ayuno.
Jóvenes: “Cuando sientan que
tienen interés en una joven, demuéstrenle que son una persona extraordinaria
que a ella le interesará conocer más a fondo. Invítenla a lugares que valgan la
pena y demuestren ingeniosidad. Si desean tener una esposa maravillosa, deben
hacer que ella los vea como un hombre maravilloso y un posible esposo.”
Recordemos que: “El amor
puro es un poder incomparable y poderoso para el bien. El amor noble es el
cimiento de un buen matrimonio. Es la causa principal de que los hijos se críen
satisfechos y bien desarrollados.”
“El matrimonio proporciona el
entorno ideal para vencer cualquier tendencia a ser egoísta o egocéntrico.
Pienso que una de las razones por las que se nos aconseja casarnos jóvenes es
para evitar desarrollar esos rasgos de carácter inapropiados tan difíciles de
cambiar.” (Richar G. Scott)
“La selección antes del
cortejo y la expresión constante de afecto después de la ceremonia matrimonial
son de igual importancia, pero no son más importantes que el matrimonio mismo.
Su éxito depende de ambos cónyuges, no sólo de uno, sino de los dos.” (Spencer W. Kimball)
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