Por: ImRolando Montalvo
Recientemente en
mi país están pasando cosas que sólo puedo describir como inhumanas, más allá
de que mucha gente ya no se preocupa por el bienestar de los que nos rodean,
ahora hay quienes sin temor de mutilar a la sociedad, atacan o acaban
brutalmente con la vida de cualquier persona que les parezca ‘’conveniente’’.
Y por qué lo
pongo entre comillas, es porque ahora las conveniencias de la sociedad están
cambiando, es más preocupante conseguir un poco de dinero o saciar los deseos
sexuales que preservar la vida de un ser que tiene el derecho de elegir vivir y
ser feliz.
Pienso que lo
que falta muchas veces es tener esa noción de que cada ser humano al igual que
nosotros, ha sonreído, sentido tristeza, ha dado un abrazo para reconfortar a
un necesitado, incluso compartido con las personas que lo rodean; y qué solamente
se acabe con ese largo camino de experiencias de manera intencional es
desquiciado.
Algunos justifican estos actos diciendo que
simplemente somos animales que nos dejamos llevar por los instintos, pero
seamos realistas, si tenemos normas sociales tan marcadas es porque somos los
animales que más conscientes somos del daño que hacemos al seguir esos deseos,
y porque definitivamente son necesarias para la normativa de tan compleja
sociedad.
Lo que hace
falta es apegarnos a las leyes con el conocimiento del valor que tiene cada
humano y ¿Cuánto vale un humano?, vale lo que ha vivido cada segundo, lo que lo
hace feliz, las personas que lo quieren o aprecian, lo que ha leído, lo que lo
ha hecho, lo que es ahora y todo el potencial que tiene de ser mucho más, un
ser humano vale por el simple hecho de tener la oportunidad de vivir.
Confiemos en que
las personas tenemos un gran potencial para lograr el bien común, ya muchas
veces se ha visto cuando en la desgracia o escases de alguna sociedad, nos
unimos para apoyar a quienes lo necesitan, eso es lo que nos engrandece como
especie, el ayudar por la simple satisfacción de hacer mejor la vida de alguien
más.
Dejemos de
enseñar a los niños que debemos obtener todo lo que deseamos sin importar los
métodos, y no es imponer una consciencia de mediocridad, sino de superación a
través de los medios correctos para el engrandecimiento personal; un niño se
sentirá mucho mejor comprando un dulce si trabajó para ello que robándolo.
Es muy triste
saber que alguien tan inocente como un pequeño que juega con ser un astronauta,
artista, doctor o cualquier otra cosa pierda la oportunidad de vivir por los
deseos egoístas de alguien más, o igual de triste saber que crece para
convertirse en un delincuente que no encuentra la paz en sí mismo.
La idea es
comenzar engrandeciendo nuestra persona con buenas intenciones y acciones,
hacer feliz a los demás y junto con ello tener gozo; darnos cuenta que somos
una sola especie y que debemos protegernos, que realmente somos hermanos por lo
menos en voluntad, no estamos para dañarnos sino para conservar la vida,
mientras haya personas que busquen mejorar su vida cada día y junto con ello a
la sociedad, hay esperanza de un cambio verdadero.
“Seamos esclavos de las leyes, para poder
ser libres.” –Cicerón
#ElHombreSinBarba