Por: Araceli Canaan Ramirez
Antes de comenzar el artículo un agradecimiento especial a los maestros:
Qué sería de la Sociedad sin los maestros,
ellos como los define el diccionario son “ personas que enseñan o forman,
especialmente aquélla de la que se reciben enseñanzas muy valiosas”.
Cómo no recordar a aquéllos que tuvieron
una influencia positiva en nuestra vida, que ayudaron a formarnos, a influir en
nuestra existencia, que encendieron en nuestro ser la luz del conocimiento y
del descubrimiento, vaya nuestro gratitud a cada uno de ellos, a esos que más
que cumplir un horario, hacen de su vocación una religión, aman y se preocupan
por sus pupilos, y cuya interés por ellos va mas allá de las aulas, llegan a
preocuparse realmente por esos pequeños
que como resultado de su problemas no prestan adecuada atención a las
lecciones, maestros que gran y magnifico llamamiento teneis al tocar no
solamente la mente de tus alumnos, pues muchas veces has llegado a su corazón
Dios los bendiga siempre, para que nunca olviden lo importante que son en la
vida de quienes los rodean, vaya nuestro reconocimiento a todos aquellos
familiares, amigos, conocidos que abrazan esta profesión y lo hacen con mucha
dedicació
DÍA INTERNACIONAL DE LA FAMILIA
Pues que grato es darme cuenta que la vida
es realmente una celebración, y casi todos los días del año, tenemos que
reconocer algo, día de Reyes, día del Amor, día de la familia, día de la Madre,
Día del Padre, día de la tierra, día de la lucha contra el cáncer, día de la
salud, día del médico, día de la enfermera, día del periodista, de la
psicóloga, etc. Etc..
Pero bueno hoy a tocado el día
internacional de la Familia, y que maravilloso hablar de esto, uno de mis temas
favoritos y miren que hablo con conocimiento de causa, pues yo provengo de una
familia numerosa y hermosa, realmente no tengo sino gratitud por ella, es
definitivamente algo extraordinario pertenecer a una, saber que nuestras vidas han quedado unidas a través de nuestra
consanguinidad.
Analizando un poco la herencia de nuestros
padres me daba cuenta de que no teníamos mucho económico que repartirnos con su
partida, y algunos podrían decir que éramos pobres, pero analizando realmente
nuestra heredad todos hemos descubierto y concluido que somos los más ricos de
la tierra, pues nuestros padres nos heredaron virtudes que no pueden adquirirse
con ningún dinero, nos heredaron el interés del uno por el otro, el amor
sincero y desinteresado, no podríamos tener mejores dotes, no somos hombres
distinguidos por el mundo, pero en nuestro círculo familiar cada uno ocupa una
posición importante, cuando alguno ha pasado por un mal momento, los
sentimientos nobles se vuelcan sobre El, las oraciones y los buenos sentimientos
son expresados diariamente, no hay felicidad o tristeza que no compartamos,
realmente no podemos dejar de reconocer la divinidad de ser familias, existe un
vínculo tan irrompible en la relación familiar que cada individuo debería
preocuparse por fomentar el amor en la misma.
Cuando una casa se construye uno se
preocupa por la cimentación de la misma,
pues esta debe ser firme y sólida para resistir los embates de la
naturaleza, lo mismo sucede con las familias si estas se cimentan sobre el
interés sincero y el amor desinteresado, jamás se derrumbarán los sentimientos
que poseen , realmente me siento sumamente agradecida por la familia que poseo,
la considero mi mayor tesoro y se que con ella puedo sentirme segura y
protegida.
Cuando escucho a la mayor de mis nietos de 4 años cantar el estribillo
del himno “La familia es de
Dios”:
Dios”:
“Una familia tiene Dios.
Nos incluyó a todos pues somos sus hijos
Una morada preparó para vivir felices en
familia
El Padre preparó el sitio ideal para que
nazca yo
Como muestra de su amor, la familia es de
Dios”…
No puedo menos que reconocer que realmente
el ser familias estables y tratar de defender la nuestra a pesar de todo, es
una tarea ardua, pero muy gratificante, saber y entender el propósito que
tenemos de formar familias nos ayudará a esforzarnos por heredar a la nuestra
los valores y las virtudes que sólo en los hogares pueden surgir.
Es lamentable ver como muchas familias son
separadas por las desgracias ocurridas en sus países, por la guerra, por el
hambre, por las catástrofes, etc., y como algunos manifiestan ese interés de
reencontrarse con ellas.
Mi invitación y sugerencia si se me acepta
es que cada uno de nosotros valore a su familia como lo más importante, como
una posesión valiosa, como su mejor
regalo, mi corazón está lleno de
gratitud por ser quien soy y lo que soy y lo que siento, porque sé que mi mente no podría generar buenos
pensamientos si los sentimientos que recibí como herencia no hubieran surgido
en ese hogar, tal vez carente de muchas cosas, pero lleno de sueños y de
ilusiones, sonrían, alégrense, alaben a Dios y a la vida por tener un familia a
quien amar y servir y hoy y siempre ¡VIVA LA FAMILIA!