Cuando pensé en ti, creí saber
que llegas a la vida de las personas sin avisar, que siempre es solo cuestión
de tiempo para que entres en sus mentes y corazones; de alguna manera para
ayudar; sí, ayudar a aliviar traiciones del pasado, corazones rotos o a superar
cosas que la vida nos enseña de maneras duras y a alejar el dolor, cuando llegas se convierten
en experiencias llenas de sabiduría, que nos ayudan a crecer.
Pero hoy me di cuenta que en
algunas ocasiones te llevas más que solo el dolor y las tristezas, que cuando
entras en la vida de alguien a veces arrebatas sensaciones, te llevas esos mágicos
olores, los recuerdos de bellos atardeceres; ese es tu trabajo y lo sabes cumplir pero hoy tengo una petición para ti. Cuando borres mi esencia del corazón
de alguien, asegúrate de entrar en el mío y borrar también los recuerdos.
No estoy segura si es el tiempo
el responsable de traerte o son las personas las que te piden entrar. A veces
eres muy necesario y haces mucho bien sin embargo no te permitas entrar en la
vida de alguien que aún tienen promesas por cumplir o pretenden olvidar sus responsabilidades, mucho
menos te lleves el amor de un hijo por sus padres, o los votos de una feliz pareja que está aprendiendo a
crecer, ni el amor de una joven madre que con miedo no sabe qué camino tomar.
Te ruego que no te lleves lo bueno de las personas, si depende de ti o no, no
me importa; hoy quiero pedirte que no
lleves contigo el amor del corazón.
Por Em.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.