“Cuando sea grande quiero
ser niño”
Joseph Heller
Todas las personas mayores fueron al principio niños. (Aunque pocas de ellas lo recuerdan.)
El Principito.
Me encanta saber que todos
fuimos niños y que por lo menos en mi vida ha sido una de las mejores etapas,
hoy por el día del niño escribiré sobre ¿Por qué debemos conservar ese brillo
de la infancia y cuáles serán las consecuencias de ello?
Las personas mayores nunca
son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los
niños tener que darles una y otra vez explicaciones. (El principito)
¿Qué pasa con nosotros cuando crecemos? ¿Por qué todo de repente se vuelve más difícil
de resolver? ¿Es porque ahora sí nuestros problemas de verdad son muy
importantes? ¿Por qué las responsabilidades van creciendo?
No, yo creo que no, en
realidad cuando somos niños tenemos la magia de simplificar todo, aun no nos
estresamos con facilidad y tenemos un corazón lleno de actitud positiva de que
todo se resolverá, es cierto que los problemas
de un niño son más pequeños a los de un adulto, que nuestras responsabilidades
van aumentando… pero todo se basa en la actitud, y es que los adultos siempre
queremos encontrarle la quinta pata al gato (o no sé cómo es el dicho) pero
creo que entienden lo que quiero decir, simplemente habría que relajarnos más y
saber que a pesar de todo estamos vivos y que podemos solucionarlo, siempre
habrá alguna forma.
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Papá y Tía Violeta |
Otra de las cosas que nos
hace infelices mientras vamos creciendo es que buscamos explicación para todo y
dejamos de disfrutar lo sencillo de la vida, como brincar en un charco, jugar
bajo la lluvia, ver un atardecer, observar las estrellas, esperar a Santa Claus
con mucha emoción o a los Reyes Magos, etc.
Y que me dicen de pedir
ayuda, cuando eres pequeño no te da pena decirle a alguien que necesitas ayuda
pero cuando crecemos eso se vuelve un caos, crees que los demás no podrán
ayudarte, que ya estas grande y no tienes porque pedirla y entonces todo se
empieza a complicar un poco mientras que si pides ayuda seguro habrá alguien
que esté dispuesto y “lo que sea que necesites se simplifique”.
Y los amigos, cuando somos
niños es muy fácil pelear con otro niño pero es igual de sencillo volver a ser
su amigo, no hay rencor, al minuto empiezan a compartir los juguetes, reír y se
olvida, la amistad sigue, pero… AH! Cuando crecemos aprendemos algo llamado “rencor”,
“orgullo”, “odio” y entonces disculparte y disculpar se vuelve más complicado,
dejamos amistades por cosas simples solo porque no somos lo suficientemente “niños”
(así lo vamos a manejar) para no ir, olvidarlo, y entonces seguir “jugando”.
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Mis primos y yo |
Amar, cuando somos niños
somos capaces de amar más y más rápido, no sé porque pero hacemos amigos más
rápido, queremos a todas las personas con mayor facilidad y sonreímos a las
personas que no conocemos (siempre que voy en el camión me encuentro con niños
que me regalan una sonrisa, me da tanta felicidad), debemos amar, amar más y
sinceramente.
La etapa de la infancia es
algo especial pero aún no entiendo porque algunas personas simplemente la
olvidan, deberíamos agarrar lo mejor de ser niños y hacerlo parte de nuestra
vida.
Sé que mucho en nuestra
vida ha cambiado pero empecemos a aplicar esas cosas que he nombrado las cuales
nos hacen más felices.
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Julio e Ilse (Hermanos) |
1.- No estresarnos tanto, tener actitud positiva.
2.- Disfrutar las cosas
pequeñas de la vida.
3.- Pedir ayuda.
4.- Perdonar y disculparte
más.
5.- Amar como niños y sonreír
a las personas.
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Nimrod y su hermano |
Así que con esto finalizó
mi artículo de hoy, no solo deseándole a los niños un feliz día sino a todos
aquellos que siguen siéndolo, que seguimos haciéndole caso en muchas cosas a
nuestro niño interior.
Debemos escuchar al niño
que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de
instantes mágicos. Paulo Coelho.
#RecomendacionES por Karen Padilla