Se dice que se ama con los sentidos, porque
a veces entra por los ojos, a veces la conexión es por el roce de una mano, la dulzura de las
palabras , la exquisitez de un perfume y a
otros más se conquista por el estómago, sea como sea que nos llegue el
amor este es inevitable, siempre habrá una media naranja para nosotros o como
decía mi suegra, “nunca falta un calcetín viejo para un pie podrido”, y muchas
ocasiones cuando el amor está en su plenitud (eso consideran algunos que es al
principio, en realidad yo pienso que el verdadero amor está en su plenitud,
cuando han pasado los años, se han tenido vivencias que han superado
sufrimientos, disfrutado alegrías ,etc., se ama con todos los sentidos y con el
corazón, cuando la otra persona en realidad es parte de ti, cuando se ha
superado la juventud y el amor lejos de seguir igual es más intenso y pleno).
Pero ¿Qué es lo que hace que un amor
alcance la madurez necesaria para que continúe llenándonos siempre?
Considero que son los detalles, muchas
ocasiones con el diario vivir vamos perdiendo u olvidando lo importante que
estos son en la vida de las personas, muchas veces damos por sentado que las
personas saben que las amamos por las cosas que hacemos por ellas y eso es
bueno, pero siempre la comida sabe más sabrosa cuando se adereza, así las
relaciones son mas placenteras cuando no se dejan de lado los detalles, un Te
amo nacido del corazón no cuesta mucho, dejar una nota de vez en cuando
agradeciendo lo que el hombre o la mujer hacen para hacer la vida agradable,
firmándola con un TE AMO, puede ser más efectivo que una buena crema
rehidratante, cuando pensamos en detalles a veces pensamos en cosas materiales
como un perfume, un ramo de flores, una caja de chocolates, una joya, etc.
Pero si de verdad pensáramos que las cosas
que más nos hacen felices no precisamente tienen que ver con dinero,
pensando en el amor y sus complejidades
recuerdo la experiencia vivida por una amiga a quien quiero y admiro mucho:
Un padecimiento hizo que muy jovencita fuera perdiendo la vista por completo, ella trató de prepararse para ser una
invidente, su pasión era leer, pero quedó vetada de ello, un joven brusco
anduvo pretendiendo a varias jovencitas, pero su aspecto rudo y su poca
preparación académica hizo que todas rechazaran su proposición, nadie le dio la
oportunidad de mostrar de lo que era capaz, afortunadamente el volteó la mirada
a esta bella jovencita y empezó a cortejarla, ella aceptó ser su esposa, un día
platicando con ella me comentó que en realidad las jóvenes que habían rechazado
al que ahora era su esposo no sabían lo que habían hecho, que tras ese aspecto
de dureza estaba un hombre ávido de amor, y ella agradecía a Dios encontrar el
sentido de su discapacidad, debido a ello no se había dejado influir por el
aspecto físico, para ella la frase del principito era una realidad “lo esencial
es invisible a los ojos, sólo se ve bien con el corazón”, después de un tiempo
de casados Dios los bendijo con una hermosa bebé, El ha sido los ojos para
ella, adoptó la pasión de ella y se convirtió en su lector, continúo sus
estudios y ha terminado una carrera, y no dejan de demostrarse y de decirse te
amo, las veces que sea necesario.
A veces aunque tengamos completos nuestros
sentidos somos discapacitados, porque juzgamos las cosas que vemos en nuestra
naturaleza humana, y no nos damos cuenta que a veces las más hermosas historias
de amor no han surgido de la vista, sino de permitir que nuestros demás
sentidos entren en acción, personalmente siento que el sentido del amor se
encuentra en el cerebro y el corazón y ese es el que gobierna nuestro
enamoramiento.
Pero si ya tenemos la bendición de contar
con el amor de nuestra vida, no demos por hecho que Él o Ella ya saben que les
amamos, decirlo es tan importante como demostrarlo, porque decirlo y no
demostrarlo es tan incompleto como
demostrarlo sin decirlo, hombres si quieren una esposa enamorada y feliz, no
gasten tanto en maquillaje, hagan que se sienta amada y esa felicidad se
reflejara en toda su persona, bonita semana y recuerden las mejores cosas de la
vida son gratis, y podemos disfrutar de ellas sin dinero y sin precio.
Autor: ARACELI
CANAAN RAMIREZ
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