Este procedimiento está a la alcance de nuestros ojos y nos es fácil solucionarlo, entonces ¿Cómo puedo asear mi alma? Y me refiero al estado emocional que a veces parece invisible ante nuestros ojos y al tacto. Lo esencial es prestar atención a nuestro cuerpo, nuestras conductas, como hablamos y que enfermedades se manifiestan desde una gripe hasta una enfermedad terminal. Las emociones buscan salidas, si estas triste nuestros ojos tienen un conducto para que el sufrimiento salga transformado en lágrimas como un desahogo.
Hay quien ve algo que le desagrada y le produce nauseas o vómito, o bien cuando una situación nos molesta el enojo nos golpea y la sangre circula aceleradamente que nos puede producir dolor de cabeza o un mal intestinal o por si fuera poco hasta los ojos a punta de estallar. Hace tiempo al observar los ojos enrojecidos de una amiga me platicaba que había ido con el doctor y le receto unas gotas pero no habían mejoría le pregunte con el afán de ayudarle sin que se diera cuenta le hice una pregunta ¿Los problemas de tu casa te tienen triste? Y Si!! Su respuesta emocional objetiva y congruente fue “Si” y empezó a llorar de manera incontrolable, eso fue suficiente para que sus ojos se limpiaran y su corazón también.
En otra ocasión un paciente a punto de divorciarse llego a consulta, de entrada lo que observe fue su “tic”, sus ojos parpadeaban más de lo usual. Profundizando en la terapia y preguntarle que mencionara sus principales enojos mencion una experiencia en particular que vio de niño que por años había guardado en secreto. Después de ese espacio especial que pudo hablar durante algunas otras sesiones de su enojo y resentimiento que mantenía por tantos años esto ayudo para que su parpadeo regresara a su estado natural.
Y no estoy en contra de esta forma tradicional en la que buscamos el alivio, sino mi experiencia laboral es importante añadir y aceptar que mucho de nuestros problemas, enfermedades, vacíos, adicciones etc. se debe a que no limpiamos nuestra alma desde que se ensucio. Es un trabajo constante de aceptar que todos los días recibimos muchas experiencias y percepciones que nos lastimas y no las hablamos ni las confrontamos hasta que ya se hacen visibles a través de la enfermedad o una conducta explosiva.
Te invito hacer este pequeño ejercicio:
Busca un lugar silencioso para meditar.
Acerca una libreta y una pluma.
Ponte en una posición cómoda.
Respira profundamente 3 veces.
Piensa en todas las personas que sientes que te deben (dinero, tiempo, cariño, atención, respeto) etc.
Identifica el sentimiento o los sentimientos que predominan en esos momentos.
No lo encubras ni te justifiques.
A veces atrás de la ira existe una tristeza profunda.
Y último pregúntate ¿Por cuánto tiempo más permitiré lastimar mi vida?
Y como está escrito en el libro (La enfermedad como camino) “la enfermedad no es un obstáculo como prueba de nuestra vida sino la enfermedad en sí, es el camino que me lleva a la curación”.
Asear el alma es un cuidado personal y antes que limpiar el cuerpo en las mañanas meditemos, hagan uso de la oración haciendo una introspección a sus vidas, y se darán cuenta que la mejor medicina es perdonar. El “sendero” te invita a viajar hacia tu interior y armonices tu universo para reflejarlo en tu espacio exterior. Fue un placer no complacer, quizás nos encontremos aseados y logremos vernos tal y como somos “seres con luz”.
