Hace unos días conversábamos acerca de la célebre frase expresada por don Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la Paz”. Muchos de los malos entendidos, de los rompimientos de amistades, de familias, se suscitan a causa de la falta de empatía en las personas, cuando hablamos de un tema trátese de la índole que sea, hay individuos que no permiten que nadie debata sus ideas, que nadie se exprese de manera distinta a ellos, lo que ellos dicen es así y no hay más.
Ello causa una serie de conflictos, la Sociedad está harta de muchas cosas, pero no es con ofensas, ni con quejas, ni con groserías que se van a resolver, se necesita de una verdadera armonía para poder sacar adelante cualquier situación sea de índole política, social, moral, económica, espiritual, etc. Y entender que nadie tiene la verdad absoluta, cada persona en su enfoque tiene su razón y nosotros tenemos que aprender a respetar sus ideas y sus pensamientos.
Bendita libertad que nos dio Dios y que nos conceden las leyes de nuestro País de creer en lo que deseemos, de expresarnos como nos parezca adecuado, no tengo porque ofender a nadie porque crea en cosas diferentes a mí, o porque según yo está equivocado en su apreciación política y social.
Como familias tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos en la mejor manera posible considerando que ello le permitirá enfrentar los desafíos de la vida y actuar con prudencia al dirigirse a los demás. A muchos de nosotros nos encanta juzgar a los demás, sin tomar en cuenta que cada quien tiene sus razones y sus porqués. Pero cuando alguien se atreve a hacernos alguna observación tal parece que nos pican la cresta (así decía una ancianita) y literalmente como gallitos de pelea nos vamos a la yugular y tratamos de defender nuestro punto de vista.
Ser empático es tratar de entender a los demás, sentir un poco lo que la persona siente, si tiene un sufrimiento o afección tratar de mitigar un poco ese suceso con nuestra amistad y compañía, no es dejar de sentir o pensar por nosotros mismos, pero si entender en lo posible a los demás. Cuantas cosas podemos mejorar y aliviar si tan sólo permitimos que cada quien sea y actúe como quiera, muchas veces nuestra posición nos permite aconsejar, persuadir, intentar ayudar, pero eso jamás nos debe dar el derecho de tratar de ejercer injusto dominio, y hacer que los demás siempre nos den la razón.
Como personas todos cometemos errores, todos nos equivocamos, a veces nos aferramos a una idea y no permitimos que nadie nos dé su punto de vista, a veces dos cabezas o tres piensan mejor que una, pero no siempre tu idea es mejor que la mía, ni la mía mejor que la tuya, cada uno debería intentar dar su opinión sin esperar que el otro vaya y haga exactamente lo que propusimos, si bien es cierto que a veces tenemos la mejor intención al aconsejar o sugerir, la persona siempre tiene que asumir sus decisiones. Si considera que lo expresado le ayuda, puede tomarlo todo o una parte, pero siempre entendiendo que la decisión final es de Él, así como las consecuencias, si somos personas empáticas, sin ser monedita de oro, tendremos muchos amigos que nos respeten, que sientan que pueden contar con nosotros, que siempre estaremos allí para ellos, que no les juzgaremos sino que seremos un medio para sobrellevar las cargas que nos impone la vida, ser empático es ser la solución no el problema, es ser un oasis no el desierto, es ser la medicina no la enfermedad.
Ser empático es ser respetuoso de los demás y alguien en quien se puede confiar.
Empático seré para ti
Mi querido amigo
Puedes confiar plenamente, te
Ayudaré en los momentos difíciles.
Te daré mi amistad y consuelo e
Iré en tu auxilio a tu llamado
Comprenderé tus procederes y
Oraré porque siempre estés bien.
SER EMPÁTICO NO SIGNIFICA SER PERFECTO, SÓLO UN POCO COMPRENSIVO.
Araceli Canaán de Guevara



