Debo aprender a aceptar las circunstancias que la vida presenta ante mí… esta semana se me quedaron retumbando en la mente esas palabras.
Para que tengamos una idea más clara acerca de lo que significa aceptar, la RAE la define como: “Recibir voluntariamente algo que se le ofrece o propone”. Y ahora observemos detalladamente este concepto de recibir VOLUNTARIAMENTE, pongámonos en un plano que nos sea más fácil entenderlo.
Un joven ingeniero recién graduado recibe una oferta de trabajo en una central nuclear, tiene una esposa y una pequeña hija de 9 meses, sin importar cuan improbable estadísticamente sea un accidente en la central, él aún puede decidir no aceptar correr ese riesgo; ¿vamos quedando claros?
Normalmente nos confundimos entre las palabras aceptar y conformar, bien, mientras que aceptar nos da la oportunidad de hacerlo voluntariamente, el conformarnos nos hace resignarnos a ese entorno, a quedarnos estancados en ese instante… yo puedo aceptar que el día este lluvioso, por tanto, cogeré un paraguas y mis botas plastificadas y realizare mis actividades, o bien puedo conformarme y quedarme en casa y cancelar todos mis planes, entendemos que como no está en nuestras manos el hecho de cambiar el clima, entonces solo podemos hacer con la situación que se nos presenta lo mejor que podemos.
Nuestros días siempre serán variados, algo así como un abanico de posibilidades, si no logramos aceptar que habrá situaciones, momentos y personas que NO podremos modificar, nos quedaremos atascados, llenándonos de frustración.
Debemos aceptarnos como somos, sabiendo que la única condición de mejorar está en nosotros, debemos aceptar a los demás teniendo la certeza de que no cambiaran a menos que ellos así lo decidan, y porque debemos dar la misma oportunidad a ellos de aceptar o no hacerlo voluntariamente, tendremos que empezar a aceptar que los demás tienen más de una cualidad y rasgo de personalidad, una solo muestra de sus tantas facetas no los define y, por tanto, debemos aceptar.
Tal vez lo que más se nos dificulte aceptar se encuentre dentro de nuestros hogares, aceptar a nuestra familia que con todas sus fallas (que seguramente tiene), sigue siendo nuestra familia.
Tendremos que aceptar el trabajo que actualmente tenemos, los amigos que nos rodean, los momentos de salud y de enfermedad, las circunstancias que no podremos cambiar y aceptar finalmente que la solución SÍ existe y se encuentra en la forma en que aprendemos a usar nuestro abanico de posibilidades, es como escoger los colores con los que iluminaremos el día de hoy, entiendo y es comprensible que nuestros humores no permanezcan estáticos, pero las oportunidades siguen estando ahí, esperando que las elijamos.
A veces estamos tan absortos en los problemas y en las vicisitudes diarias que no logramos distinguirlas, no permitan que sus lentes se empañen, cuando empiecen a ver borroso y a sentir que las cargas son demasiado grandes, miren a su alrededor y vean cuan afortunados son de poder tener un hogar, de poder dormir en un lugar limpio y cómodo, o de la fortuna que tienen de ser padres, o bien de la comida que pudieron disfrutar, el trabajo que pueden realizar, de la forma en que pudieron prestar servicio; no pierdan la esencia infantil de encontrarle lo maravilloso a todo, acepten lo que no podemos cambiar y actúen sobre eso, olviden por unos segundos los detalles, y vuelvan su mirada hacia lo esencial, recuerden sus metas, sueños y retos personales, trabajen de tal manera que cuando no tengan nada, tampoco necesiten de todos.
Porque cuando aceptamos, y actuamos… encontramos la felicidad.
Con cariño Gaby
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.


