¿QUÉ PASA CONMIGO?


Sin duda una de las quejas más frecuentes que llegan al consultorio es la irritabilidad de las personas ante cualquier circunstancia, háblese del mundo laboral, académico, social, en pareja, entre otros.

A todos nos molesta algo, a todos nos irrita cierta característica... lo cual me recuerda a que: "la piedra que está en tu camino, es la que te molesta"; ¿qué quiero decir con esto? ¡Sencillo!, aquello que tanto te molesta, es nada más y nada menos que un reflejo de algo que no sabes manejar o bien una pulsión que está saliendo a flote a través de otra persona, y NO, no me lo estoy inventando, Osho habla de lo mismo cuando dice que ver nuestros problemas directamente es muy difícil, porque en el fondo cada uno de nosotros es un profundo enigma, pero es muy fácil vernos en el otro.

Las relaciones sociales que mantenemos con quienes nos rodean suelen ser uno de los más fieles espejos que tenemos para conocernos, sobre todo los vínculos más cercanos.


Por tanto, nos enojamos porque la imagen que el espejo nos devuelve no nos gusta, sentimos que el espejo es quien tiene la culpa de lo que nos está proyectando, es como si quisiéramos romper el espejo solo porque lo que nos muestra no es lo que queremos, como si rompiendo el espejo desapareciera la molestia, (piensen en cuando tienen una cita planeada y les aparece un grano en la frente, romper el espejo no hará que el barro desaparezca), cuando nos relacionamos la interacción con los otros nos permite descubrir esa parte de nosotros que detestamos y que está presente, aunque nos neguemos a verla.

El problema radica en que tenemos miedo de conocernos, de hablar el lenguaje de las emociones y experimentar esa sensación de amplitud interna y externa que nos va a brindar el ser "nuestros mejores amigos".

Es complicado llegar a conocernos, implica muchísimo trabajo personal y sobre todo paciencia, tiempo y dedicación; el ajetreo cotidiano nos impide comenzar a tener una relación saludable con nosotros y nos hace crear disfraces o máscaras para ocultar a quienes amamos (principalmente) nuestro verdadero Yo, desconfiamos de la reacción que tendrá el otro al saber que no soy como sus "expectativas" me dictan, y en demasiadas ocasiones dejamos pasar la oportunidad de salir del monopolio de emociones.

La idea de hoy, es que prioricemos algún tiempo para nosotros, consentirnos, disfrutarnos y hacernos la pregunta: ¿qué pasa conmigo? ¿Qué estoy sintiendo hoy? ¿Qué parte de mí se ve reflejada en el otro, que me molesta tanto?

Piensen en un aspecto que no les guste de sí mismos y que se convierte en fuente de conflicto con sus amigos, papás, pareja, etcétera. Lo primero sería admitir que tenemos un área de oportunidad ante nosotros, después escuchar nuestro instinto y sentido común quienes nos van a ayudar a entender nuestras necesidades reales y claro animarnos a mostrarlas sin manipulaciones, sin imponer, sin poseer, simplemente ser quienes somos.




Por último, ofrezcan la misma oportunidad a los demás, permítanles ser ellos mismos y no lo que ustedes esperan de ellos, recordemos que amar a una persona es mucho más que querer verlo feliz a su lado, es querer verlo feliz, aunque no esté cerca.

Muestren sus aspectos difíciles, sin peleas y apelando a la valentía de mostrar las partes vulnerables para que, en vez de levantar defensas, se construyan puentes...

Con todo mi cariño, Gaby

Unknown

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