Siendo
que soy una persona que le gusta mucho analizar y hacer comparaciones, me puse
a ver algunos de los comerciales que muestran los diferentes medios.
Hay
shampoos, que prometen reparar años de daños causados por diferentes agentes,
cremas que blanquean la piel, otras que devuelven el brillo y juventud; aromas
que dan al hogar la sensación del campo; en fin, un sinfín de cosas fabricadas
con el fin de dar a nuestra vida una mejora.
También
he visto inundados los medios de comunicación de felicitaciones, de buenos
deseos, de imágenes que motivan al lector a mejorar sus sentimientos, lo
impulsan a ser mejor, pero también he visto la pobreza de sentimientos y
pensamientos que muchos poseen, hay los que de todo se quejan, a todo le
encuentran el lado malo, hay los que no ven la blancura del arroz, solo se
fijan en esa basura negrita que aparece por ahí.
Es
cierto que vivimos tiempos difíciles, tiempos de angustia, en los que ya no
somos libres de transitar de aquí para allá libre y confiadamente porque a cada
momento surgen inconvenientes, como gente desesperada que desea llegar a algún
lugar y pita y vocifera. Pero platicando con una personita me preguntaba porque
a los seres humanos nos es tan difícil perdonar, porque cuesta tanto sacarse de
la mente y el corazón los malos sentimientos que algunas personas hacen que
nazcan y se queden allí por algún tiempo y si no los sacamos nos acompañen
hasta la tumba.
En
eso estaba pensando cuando me tocó ver un documental de unas gemelas Miriam y
Eva Mozes Kor, quienes en 1944 fueran
llevadas a un campo de concentración en Auschwitz, de ser una hermosa y unida
familia, pronto se vieron separadas de sus seres amadas debido a su condición de
gemelas fueron elegidas por el doctor
conocido como el ángel de la muerte, para hacer experimentos con ellos para
saber cómo hacer crecer a la raza aria, son tantas las aberraciones que se
hicieron con todos los gemelos que encontraron que detallarlas sería ser
sádico, pero lo que ambas vivieron los acompañó hasta el final de sus vidas,
Miriam debido a lo que estuvo expuesta en sus embarazos vio deteriorarse su
salud, Eva único familiar le donó un riñón pero debido a todo lo que de
pequeñas les habían inyectado y nunca supieron que les hicieron murió.
Eva
siguió con su vida hasta que pasados los años decidió buscar a un alemán doctor
Much, quien se encargaba de por una mirilla asegurarse que todos los judíos que
eran llevados a la cámara de gas dejaran de moverse extendía un certificado de
defunción mencionando solo el número de víctimas sin tomar nunca el nombre de
ellos. Eva al verse enfrentado a Él supo
de las noches insomnes del doctor de sus pesadillas, del tormento que cada día vivió debido a lo
que sucedía en ese lugar, tiempo después Eva sintió que debía de dar una carta
de perdón a ese médico encargado de la cámara de gas y lo hizo y lo que
descubrió fue maravilloso, a petición de una amiga recibió la invitación de
extender su perdón al médico al Ángel de la muerte encargado del laboratorio,
pensó que no podría hacerlo, pero finalmente su perdón a 50 años del holocausto
hacia ese hombre también la ayudaron y aunque muchos sobrevivientes la
juzgaron, ella entendió que el perdón es una auto-curación, una liberación y
por fin se vio libre de Auschwithz.
Cuántos
de nosotros con menos que lo que esta y miles de familias tuvieron que soportar
damos rienda suelta al odio y al rencor, sin imaginarnos que estos ingredientes
son malos para nuestra salud física y espiritual. Se necesita de un verdadero
deseo de purificar nuestro interior, sacar de nuestra mente los recuerdos que
nos atormentan, tirarlos a la basura, tal vez hacer lo que hizo Eva, en una
habitación solitaria, recordó al doctor Mengele, le dijo todo lo que le dolía,
y después sintió un descanso, a veces quien nos causa dolor o angustia va por
la vida muy quitado de la pena, y nosotros llevamos un verdadero huracán,
destruyendo nuestra salud, nuestra autoestima, nuestra tranquilidad, todo
porque no nos tomamos el tiempo de respirar, analizar y soltar.
Cada
quien busca sus propios medios de salir adelante o autodestruirse, he visto
personas que después de perderlo todo, tienen una actitud de coraje, de
valentía, lloran, se secan las lágrimas
y siguen adelante, nadie puede determinar si estamos destruidos solo nosotros,
nadie puede tener ese poder de otorgar el perdón solo nosotros, pero cuando
logramos quitarnos ese peso de encima vemos la vida desde otra perspectiva, y
puedo asegurarle sin hacer un comercial, que librarnos de los malos
sentimientos si quita años de sufrimiento, repara lo que se ha destruido, es la
mejor crema para el rostro, mejora la apariencia, nos quita peso de las
espaldas, perdonar ya se ha dicho es divino, y no importa que los demás nos
consideren débiles o tontos porque no tomamos la venganza en nuestras manos.
Liberarnos
de esa carga es lo más maravilloso que un Ser humano le puede hacer a su mente,
a sus sentimientos, hay tantas cosas en la vida que se pueden mejorar con el simple
hecho de disculpar las torpezas de otros que después de probar el poder sanador
del perdón, vamos a querer que forme parte de nuestros artículos de belleza
para mejorar nuestra vida en general.
Y
COMO DIJO EVA AL FINAL:” NO PODEMOS CAMBIAR LO QUE SUCEDIÓ, PERO PODEMOS
CAMBIAR COMO NOS SENTIMOS ANTE ESA SITUACIÓN”
SI
LA VIDA TE DA TRISTEZAS DE TI DEPENDE QUE NO SEAN PARA SIEMPRE.
ARACELI CANAAN DE GUEVARA



