Estar en el mes patrio puede ser muy tentador, sobre todo cuando
estamos rodeados de una gastronomÃa tan rica y variada.
El problema es que muchas de las comidas de temporada son un
poco pesadas, buscar una opción saludable o ligera es muy difÃcil.
Asà que esta semana aprendà a hacer calabacitas con elote, una opción patria y
saludable.
Cuando le dije a mi mamá lo que se me antojaba hacer pensé que
serÃa prácticamente imposible, sonaba enredado y la cuestión de los puntos de
cocción de cada ingrediente me tenÃan en estrés extremo, pero resultó ser más fácil.
En una cacerola puse un chorrito de aceite con ajo y cebolla
picada, deje que se dorará un poco para que saliera su sabor, después puse jitomate picado,
luego debÃa poner el elote, descubrà que poner de golpe el elote (que tenÃa un
poco de juguito escurriendo) y aceite no fue una de mis mejores ideas. Pero
sobrevivÃ, aunque los vellitos de mis manos no (un minuto de silencio por
los vellos caÃdos).
Aun asÃ, continúe, solo restaba poner la calabacita picada.
¡Dejar que se cocine al vapor un poco, para que los sabores
se mezcles y listo! En lo personal a mà me gusta
ponerle un poco de crema ácida y queso añejo arriba, es colorido, rico y
sano.
Después de mi triunfo con las calabacitas fui a un desayuno con
mi mamá y sus amigas, mientras estábamos desayunando ellas hablaban sobre
ciertas comidas que al cocinarlas son celosas, ósea que no se integran de
manera adecuada como el mole verde o que se descomponen rápido si le prestas atención a
otra comida, si preparas al mismo tiempo otra o si lo menosprecias.
Yo estaba sorprendida, jamás habÃa
escuchado eso, pero me hizo darme cuenta de toda la magia que hay en la cocina,
es más que un plato presentable o de buen sabor, son todas las tradiciones
alrededor de ese plato.
Asà que intentaré descifrar esa magia, con la ayuda de HP,
espero que todo salga bien .... Deséenme suerte.
Ilse Barco
