La
Vara de Nardo altiva y delgada
parece
mirar orgullosa a la Rosa,
que
esta tarde luce triste y deshojada
soñando
que ayer fue hermosa.
La
Gardenia color de pureza y perfumada
pregunta
al Cartucho el por qué es feo,
él
tan tranquilo responde a la flor amada,
¿Si
fuera guapo me querrías como deseo?
Ella
apenada se agacha y repara.
En
el llanto que brota de una Margarita
¡ah!
Si alguien así tan profundo me amara
y de mí cuidara hasta que esté marchita.
La
Magnolia lanza un suspiro que inunda
el
jardín con su agradable perfume,
despierta
la Amapola e iracunda
reclama
silencio pues ella duerme.
El
Tulipán que con el aire se divierte,
a la fresca Gladiola le envía un mensaje:
diciéndole
que la amará hasta la muerte
que
lo perdone pero su amor es salvaje.
Los
Verdes Pastos se sienten felices
porque
doña Dalia ha dado la cara
luciendo
colores de bellos matices
que
el prado del lado lucirá.
Los
Claveles se sienten desilusionados
porque
nadie ha cuidado con esmero su hogar
y
hierbas horribles crecen por todos lados,
robándole
a ellos comida y lugar.
El
Jazmín sonríe al ver a la Azucena
con
dos abejitas robándole miel,
él
sabe que ella es una flor buena
que
no se preocupa por su linda piel.
El
Geranio que todo el jardín observa
lanza
un piropo a la seria Violeta
quien
a su vez su enojo reserva
recordandole que no es ninguna coqueta.
Los
Lirios son flores sencillas del campo,
observan
con asombro al Crisantemo,
les
parece flor hecha con amor y con tiempo
ellos
se sienten simples en extremo.
La
Orquídea les dice con voz expresiva:
vosotros
no sois feos ¡sois diferentes!
la
belleza en la vista no únicamente radica
sino
en todo lo bueno que en tu interior portes.
Entre
las Hojas de Nuez vislumbro al jazmín
que
alejado se cree, y siente profundo dolor
la
noche ha llegado al enorme jardín
cubriendo
con su manto belleza y color
El
suave rocío en mi rostro mi mente hace volver
plantandome en la realidad de la vida,
con
sonrisas me trato de hacer comprender
quizás
soñando emprenda la huida,
comparando
a las plantas con seres humanos,
pero
ellas jamás lastimarían a sus queridos hermanos,
ni
entre sí se hieren, ni tienen bajas pasiones.
Ellas
plantadas con sus mil colores,
parecen
una ofrenda al Dios y Creador,
perfumando
el ambiente con sus variados olores,
Regalando un hermoso panorama al buen observador.
SI
DEJARAS POR UN MOMENTO DE PENSAR EN TUS MIEDOS O PROBLEMAS Y TE SENTARAS A
CONTEMPLAR LA NATURALEZA, TAL VEZ TU ESPÍRITU SE INUNDARÍA DE SALUD Y BELLEZA.
ARACELI CANAÁN DE GUEVARA

