Mi papá siempre dice a modo de
broma, que a los niños no se les debe
pegar… en la cara, que la técnica perfecta es ensabanados y todos los
chanclazos por debajo del cuello, porque así los golpes no se marcan.
Porque les cuento esto, bueno,
esta semana horneé un rico niño envuelto, por lo menos así se le conoce en mi Estado,
no sé cómo le digan en otros o si exista. Este pastel consiste en un pan
delgado, cubierto de mermelada (chocolate, cajeta, dulce de leche, etc.) se
hace un rollito y al final se cubre todo
con más mermelada y se espolvorea con coco.
Sucedió también algo extraño,
raro y quizás sea el comienzo de algo. Mi mamá me pidió consejo para hacer este
pastel y sobre todo lo hice yo sola y esta vez ella fue mi asistente (cosa que
aproveche al máximo, lo siento mamá) la verdad esto me hizo sentir confiada,
tome el control por completo, pero también me di cuenta de que en realidad aun
me falta mucho para ser una buena cocinera.
Para iniciar busque la receta
del pan y como tenía toda la actitud me tome el atrevimiento de añadir mis
ingredientes secretos (sustituir dos cucharadas de la harina por maicena y bicarbonato, siempre añado la mitad de la
cantidad de polvo para hornear). A lo largo de estos casi 6 meses aprendí que
hay millones de maneras de hacer una misma receta, es importante tomarse el
tiempo para buscar la mejor, pero ¿Cómo lo hacemos? Bueno, en realidad no he
descubierto esta fórmula mágica, solo debemos seguir nuestro instinto y ser un
poco realistas porque algunas recetas tienen ingredientes imposibles. También
he aprendido que es súper importante buscar un tutorial en video, YouTube se ha
vuelto una plataforma de aprendizaje
súper importante, gracias a ella podemos
aprender a hacer cualquier cosa, si no la aprendemos a la perfección mínimo nos
dará una idea de cómo se debe hacer, así que no hay pretextos.
Y aunque es real que un
tutorial ayuda mucho, algunos son súper engañosos, ya les dije en blogs anteriores que no confíen en
internet, no todo es como lo muestran allí, nos ayuda, si pero no todo será
como un tutorial de Yuya santa patrona de los DIY imposibles.
Regresando a mi niño
ensabanado… estoy perfeccionando mi separado de yemas, lo cual es clave para un pan esponjoso,
después de allí todo es miel sobre hojuelas, batir, mezclar todo y al horno.
Como el pan debe ser delgado,
esta mezcla se pone en una charola un poco alta, y se pone como ¾ de su
capacidad, pero si aún están experimentando
la cocción con esa charola o su horno, quizás deban ponerle ½ de su
capacidad.
Después de que el pan esté
listo, debemos preparar un poco antes un paño húmedo con azúcar espolvoreada,
se pone encina de nuestra charola y se desmonta, después de esto dejamos
enfriar un poco, que sea soportable al tacto, añadimos mermelada o la cobertura
que gusten y comenzamos a enrollar,
quitando poco a poco la servilleta. Después de tener ya nuestro rollo, lo
cubrimos con mermelada y coco.
El problema con las recetas
que tienen mucho huevo es el olor, todos
me decían que no sabía y que mucho menos olía a huevo pero yo sentía fuerte el
olor, quizás será necesario que le
pongan más vainilla o lo que diga la receta que elijan o un aroma distinto.
Dejando de lado mi nariz
delicada, el pastel tenía una consistencia perfecta y todos me felicitaron por su sabor.
Así
que nos leemos la próxima semana, no sé
qué nueva receta ensuciara mi cocina
pero tengan por seguro que les contare
mis desastrosas pero divertidas anécdotas… deseenme suerte.
Au revoir
Por Ilse Barco.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.