Según mis fuentes (y con
"fuentes" me refiero a una imagen de Facebook) los estudiantes de
ahora sienten la misma presión que la que sentían las personas en los manicomios
en los años... de antes. Y es que los maestros se alocan y encargan más tarea
de la necesaria, por ejemplo: mi maestra de cálculo nos encargó 30 ejercicios
de derivadas para el siguiente día. Y estaría bien puesto que la mayoría no
hace nada productivo con su vida más que estudiar ¡PERO se olvidan por 50
minutos que hay otros maestros que también consideran sus materias importantes!
Cuánto ego deben tener para creerse la gran
cosa, ¿no? Por eso he tomado la decisión consiente de salirme de la escuela. Me
niego rotundamente a seguir apoyando al sistema retrógrado en el que vivimos,
que nos mete en la cabeza que debemos tener cierto nivel de estudios para
empezar a hacer lo que queramos. Yo digo: ¿por qué no empezar ahora?, ¡Mamá, yo
quiero ser youtuber!
Mentira, niños. Sigan estudiando, no se
salgan de la escuela a menos que sea Harvard... o terminarán como la Mars.
Por Julia Ramírez.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.
