Se dice mucho que lo que vale
no cuesta y esto es una realidad, no importa en la cuna que hayamos nacido, si
fue de cedro de pino o una hamaca hecha con un sarape, todos podemos
desarrollar un potencial interno inimaginable que puede conducirnos a las más
grandes alturas.
Recuerdo mucho mi infancia,
siempre buscaba en las manchas en la pared, en los techos en las enramadas, en
las nubes y donde fuera figuras que recreaban cuentos de hadas.
Nací
precisamente en la época en que Blanca Nieves era una bella mujer que platicaba
con animalitos, soñaba y cantaba, esperando la llegada del Príncipe Azul, y
aunque ni en sueños aparecía Rapunzel, siempre había una princesa cautiva en un
alto castillo esperando su rescate.
Debido a que la televisión no era tan accesible
dábamos rienda suelta a nuestra imaginación y creábamos personajes, nos
sentíamos las protagonistas de todo, pero uno crece y se da cuenta que la vida
es cruel y difícil, que nos enfrenta a muchos desafíos y pruebas, ¿qué podemos
hacer para no desesperarnos y dejarnos llevar por el desánimo?, siempre existen
recursos que nos pueden auxiliar en cada situación difícil por la que
atravesamos, muchos de los exiliados que narran sus historias cuentan que les fue
fácil aceptarlo al dar rienda suelta a la imaginación, cerrando los ojos y
recorriendo en su mente las calles, los lugares, las casas y todo lo que
recordaban de los lugares donde habían sido sacados.
Algunos de los hombres y
mujeres que vivieron los horrores impuestos por los Nazis, lograron salir
adelante cerrando los ojos e imaginando su vida anterior y una posible
liberación que no todos pudieron ver pero que muchos vivieron en su mente. Realmente el hombre es más fuerte de lo que
se imagina, platicaba con una hermosa niña que se vio enfrentada literalmente
de la noche a la mañana en una prisión en su cuerpo, una enfermedad le cambió
la vida, ya no era la persona que podía transportarse por sí misma de un lugar
a otro, no podía comunicar lo que anhelaba o sentía, hicimos un ejercicio:
imaginariamente salimos de su casa, recorrimos los lugares que a ella le
gustaban, fuimos a la Alameda, fuimos a comprar discos, fuimos por un helado y
caminamos (cosa que en ese momento no podía hacerse por su condición), pero
aprendimos y recordamos algo, la ley, la enfermedad, la inseguridad, el carecer
de medios pueden impedir que tú puedas andar libremente por la calle, pero
nadie puede apresar su mente como dijo Nelson Mandela “En la vida en prisión.
no hay principio ni final sólo tu propia mente, que a veces resulta ser
engañosa”.
Así que no es un juego ni una
mentira, pero todos en un momento de angustia y dolor podemos cerrar los ojos,
pensar en lo hermoso que hemos vivido, o en lo maravilloso que nos espera más adelante, y confiar en que todo pasará, porque nadie
vive pruebas que no pueda soportar, la Vida es difícil a veces es cruel, a veces injusta, a veces lastima, a veces
cansa, pero a pesar de todos los sinsabores y dolores “LA VIDA ES BELLA”.
PORQUE A PESAR DE LAS PENAS
QUE VIVIMOS SIEMPRE HAY UN PORQUÉ LEVANTARNOS Y PORQUÉ LUCHAR, TU CUERPO PUEDE
ESTAR INERTE PERO TU MENTE TE HARÁ VOLAR.
Por: ARACELI CANAAN DE GUEVARA
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.
