Te llamé cada noche esperando
que, el día que no lo hiciera, tú me devolvieras la llamada.
Te escribí mil cartas
esperando que, con todo eso que decías sentir, me escribieras una a mí.
Te dediqué todas las canciones
que me recordaban a ti esperando que, en tu apartado de canciones favoritas,
hubiera una que escucharas al pensar en mí.
Esperé muchas cosas de ti y
terminaste decepcionándome.

