En el rinconcito
de una bodega, dos amigos hablaban.
-¿Estás
seguro de tu decisión?- Pregunta Uno
-Sí,
lo estoy. Pero tengo miedo. Muchos me juzgaran, muchos me criticaran, muchos me
atacaran. No comprenderán, ni entenderán la decisión que he tomado. Me señalaran
y seré un excluido de la sociedad.- Decía el otro cuya decisión cambiaría
completamente su vida, cambiaría todo lo que le rodea.
-No
deberían juzgarte. Yo no te juzgo. Tal vez no comprenda enteramente tu
decisión, pero te apoyo. Eres mi amigo, y un amigo no juzga. Habrá muchos que
te quieran desviar de tu camino, dirán cualquier cosa para lograrlo. Pero si es
realmente lo que quieres hacer, yo estaré ahí para apoyarte. No juzgare como
buena o mala tu decisión. No sé si la consecuencia sea buena o mala, lo que sí
sé es que estaré ahí para apoyarte. Si caes, tenderé mi mano para ayudar a
levantarte; si vas por el camino correcto, estaré ahí para decirte: ¡Bien
hecho!; Si lloras, estaré ahí para darte un abrazo y decirte que todo estará
bien, decirte que las cosas buenas están por venir; Si triunfas, estaré ahí
para celebrar tus victorias; si fracasas, estaré ahí para que juntos salgamos
de la mala racha. Y cuando los ataques del mundo lleguen a ti, seré tu escudo
para protegerte. Seré tu espada para vencer indecisión y el miedo. Seré tu
ancla para que no pierdas tu puerto, seré un faro para que no pierdas el
camino, seré lámpara para iluminar tu camino, seré voz, seré consejo. Estaré
contigo en las buenas y en las malas mi amigo. Seré guía, seré tu hermano, seré
tu padre. Pero lo más importante, seré tu amigo. Y un amigo, en las buenas y en
las malas, siempre camina contigo.-
Se
fundieron en un abrazo fraternal. Uno comenzó su camino, donde encontró
espinas, críticas y rechazos. Pero detrás de él, como una sombra, iba su amigo
dándole el ánimo que necesitaba. No fue fácil su camino, pero fue feliz. Todo es
posible cuando tienes amigos fieles a tu lado.
Por Jomer Malaya.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.
