-¡Tengo miedo de
estar sola!- En un rinconcito gritaba una dama. Estaba acompañada, pero era
infeliz. ¿Por qué sucedió eso? Muchos dicen que no quieren estar solos, pero
buscan compañía por una mala razón: El miedo. ¿La soledad es mala? Todo depende
de los resultados que vengan de esa soledad. Existe un dicho que dice que “es
mejor solo que mal acompañado”. Y muchas veces preferimos compañías que
contaminan nuestra vida por el simple hecho de tener miedo a la soledad.
El miedo
generalizado que nos causa la sociedad con sus frases como: “Te va a dejar el
tren”, “chivo saltado, chivo quedado”. Son frases que como diría un cantante, “nos
hacen escoger con la cabeza lo que es del corazón”. Nos llega un miedo a estar
para siempre solos que muchas veces elegimos la primera opción que se nos pone
enfrente. Muchas veces es la decisión acertada, y el miedo desaparece con el
amor. Pero otras pocas veces, el miedo nos hace equivocarnos, y no queremos
dejar a esa persona porque no queremos estar solos. Preferimos la infelicidad
para evitar la soledad, preferimos soportar todo lo malo por miedo al que dirán.
Preferimos la desdicha por el miedo de no recordar como volar.
“¡Tengo
miedo de estar solo o sola!” es una frase que he escuchado incontablemente de
personas que buscan escapar de un infierno, como lo llaman ellos. Muchas veces
el miedo nos hace olvidar quienes somos nosotros mismos, nos hace olvidar las
capacidades y virtudes que poseemos, nos hace perder el camino amarillo hacia la
Ciudad Esmeralda. El miedo causa heridas muy profundas, no solo en nosotros
mismos sino también en todos los demás que nos rodean.
¡Se
valiente, di no más! Alguien me dijo una vez que si no eres feliz donde estas,
debes buscar otro lugar. Desempolva tus alas y arriésgate a volar. No dejes que
los demás elijan por ti, tú tienes la libertad de elegir. Tú eres dueño de tu
propia vida. Tú eres quien decide ser feliz. Y si tomas la decisión incorrecta,
créeme, nunca, nunca, nunca estarás solo. Las personas que en verdad te aman
siempre estarán contigo.
Por Jomer Malaya.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*