Mi querido amigo.

En el rinconcito de mi memoria, hay un niño triste. Un niño que ha despertado de un sueño que le hizo llorar, que le hizo recordar. Dicen que la tristeza y el dolor eran tan grandes que le hicieron olvidar. Un día despertó y había olvidado todo, no hubo accidentes, solo decidió olvidar lo que le hacía daño. Pero algunas veces las imágenes llegaban y el pequeño niño no sabía si eran recuerdos o eran fantasía.

El niño sigue llorando, ¿Por qué no deja de llorar? El sentimiento de haber perdido algo muy importante le sigue hasta el día de hoy. No deja de llorar porque de verdad esta triste. Ese sentimiento en su pecho le hace llorar como un niño pequeño. ¿Con qué o quién sueña, que le hace sentir tanto dolor? Solo él lo sabe. Solo mi querido amigo sabe lo que lleva dentro. En el día, aunque ríe, sus ojos lloran. Quiere dejar de llorar. ¿Qué podría decirle a ese niño de mi pasado triste y doloroso? ¿Qué palabras me hubiera gustado escuchar en aquel momento en que la tristeza, el dolor y la amargura inundaban mi pecho?
Mi pequeño amigo, no te aguantes las ganas de llorar. Recuerda que no siempre lloverá. Mi querido amigo, quiero decirte que las cosas van a mejorar. No tendrás una vida perfecta, pero tendrás una buena vida. Tendrás amigos que te ayudaran en todo. Tendrás amores que te darán esperanza. Mi buen amigo, sentirás dolor. Pero serás más fuerte, ¡Te lo prometo! Debes ser fuerte ¡Promételo!

Mi buen amigo, levanta la vista y observa el sol. Recuerda que no siempre es de día, pero la noche tampoco es eterna. Mira la hierba, no todo el año es verde, pero vuelve a enverdecer en su época. Mi pequeño amigo, olvídate del pasado y enfócate en el presente. Sino lo haces perderás muchas oportunidades muy valiosas que jamás volverán. Disfruta tu vida, nuestro más grande regalo. Sonríe y haz feliz a los demás. Regala tus sueños a quien le haga falta. Mi querido amigo, la enfermedad no será para siempre. Mi amado amigo te lo aseguro, serás feliz.


Mi querido niño, nunca estarás solo, aunque lo parezca. Vas por buen camino, no te desvíes. Solo me queda por decir que no olvides que eres importante para alguien. Recuerda tu origen y no olvides tu destino. Y si preguntas quien eres, diré que eres luz, esperanza, futuro, sueños, vida, todo. Eres tan importante que no tengo palabras para expresarlo, solo me queda decir: ¡Gracias por tu vida, gracias por existir mi querido amigo!

Por Jomer Malaya.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.

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