Crea fama y échate a dormir



Hoy vamos a desviarnos de ese tinte romántico que habían tomado mis notas anteriores, por algo bastante diferente. Creo que alguna vez todos hemos escuchado algún dicho, y mi nota de hoy va a centrarse en uno bastante interesante. “Crea fama y échate a dormir” ¿Alguna vez han pensado en lo fácil que es crear fama de algo pero en lo difícil que es cambiarla? Bueno pues hoy, escribiré de esto en cuanto a mi experiencia y cosas que he observado. 

Durante muchos años he escuchado comentarios en cuanto a mi forma y mis tiempos en cuanto a la comida, o que si soy muy “agresiva”, o que si soy muy “peleonera”, y muchas otras cosas más y lo odio. Es decir, no puedes ir por la vida etiquetado a las personas, condenándolas a un estado sin cambio, y lo peor es que puedan realmente creer que lo son. Utilizaré mis ejemplos de arriba para explicarlo un poquito mejor. Durante toda mi adolescencia, podía comer la cantidad de comida que quisiera sin engordar, un sólo gramo y las personas que me veían comer, siempre se quejaban de eso. Actualmente no puedo comer igual. Ni de chiste, porque subo todos los gramos que antes no subí, pero todos siguen hablando de la forma en que yo comía antes sin reconocer que ahora como porciones igual a la de ellos; también hacen mención a que “todo el tiempo tengo hambre”, y esa es una de las aseguraciones más absurdas, porque nadie tiene hambre todo el tiempo. Teóricamente las personas debemos comer, por lo menos, cinco veces al día en porciones pequeñas, y si comí por ejemplo a las dos de la tarde, es normal que para las seis pueda comer otra cosa. No es mi culpa que las personas no lo sepan o no lo hagan (ni siquiera yo hago 5 comidas). 

Siguiendo con los ejemplos anteriores, no soy una persona agresiva, jamás he golpeado a nadie en mi vida; crecí con mi hermano y mi primo jugando a las “luchitas” así que sí, si quieres jugar “rudamente” conmigo puedo hacerlo bastante bien y eso no me hace agresiva, siempre me enseñaron que “el que se lleva se aguanta” así que, si no te quieres aguantar entonces no te lleves, así de simple. Volviendo a la parte de peleonera (que definitivamente es lo que más escucho), y no las peleas con papá o mamá no cuentan porque todos peleamos con papá y mamá, no está ni cerca de ser cierto. Intentar aclarar una situación no es pelear, mostrar tu punto de vista no es pelear, defender aquello en lo que crees de forma apasionada no es pelear y externar que algo te desagrada, no es pelear. El problema es que vivimos en un mundo lleno de “gente tolerante” pero la realidad es que nadie tolera lo que tienes para decir. Incluso muchas personas puedan llegar a pensar que estoy molesta o algo parecido, sólo por escribir lo que pienso, como ahora, así que, mi querido amigo lector, si esta idea ya pasó por tu mente, ponla de lado, porque no es así, sólo me estoy expresando. 

Mi buena amiga Pocahontas después de charlar con su padre, nos enseña con una canción, que todos cambiamos constantemente, como el río. Así que demos a nosotros mismos la oportunidad de seguir cambiando y mejorando y demos a otros la misma oportunidad. Dejemos de hacer comentarios que seguramente puedan herir a otros, no sabemos las cosas que las personas pasan en su día a día, seamos amables con ellos. Y sólo para finalizar porque ya me extendí bastante, cuando alguien haga algo bien, o fuera de lo que tú crees que es común en sus días, jamás le recalques que “que milagro que lo hizo” y en lugar de eso reconoce su esfuerzo. Personalmente la puntualidad es algo que me cuesta trabajo, y todo el tiempo me hablan de eso, pero jamás me han dicho “gracias por llegar temprano” cuando lo he hecho. Siempre podemos mejorar, ya sea en nuestras costumbres o en nuestros tratos y palabras. 

 Ya me pasó, que a ti no te pase….a menos que sea para bien. :)

Por Saraí Castro.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.

Unknown

Radio-blog hecho por jóvenes, con ideas frescas y mucho humor para todo aquel que quiera entretenerse y un rato de diversión.