Son tantas y tan variadas las voces que
escuchan a cada instante que muchas veces llegamos hasta perder nuestra
identidad.
Escuchamos que esto es malo, que si ves
algo en esta condición lo deseches, que si haces esto o aquello tendrás un cutis
de quinceañera, que consumir frutas debe ser sólo en ayunas y con el estómago
vacÃo, pero también que debes tomar agua con limón o con vinagre de manzana,
que los embutidos producen cáncer, que los azúcares , la sal y las harinas son
tus enemigos por las mismas razones, que
la miel y la sábila son algo extraordinario, que consumir carbonato neutraliza
el ph del estómago, que esto es la octava maravilla del mundo y que aquello te
destruye por completo, y de ahà vemos un montón de personas que ya no saben
cómo alimentarse porque tienen miedo de consumir determinado alimento.
Cuando era pequeña recuerdo que las cosas
eran más naturales y sin tantas complicaciones, carne comÃa quien tenÃa para
comprarla, pero éramos más consumidoras de productos naturales, comÃamos
nopales, acelgas, espinacas, berros, rábanos, jitomates, quelites, ejotes,
chayotes, huazontles, elotes hervidos con chile y limón, col, calabacitas, papas, verdolagas, nabo, lechugas orejonas, cebolla morada,
garbanzos, alubias, ayocotes, trigo, maÃz azul , amarillo o blanco natural no
transgénico, frijoles, coliflor, alverjones,
naranjas, guayabas, plátanos morados,
verdes, manzanos, mangos, melones,
papayas, sandÃas rojas y jugosas, manzanas panocheras, duraznos, fresas, higos, guanábana, charales, tismiche
(que es la crÃa de varias especies marinas y que andes abundaba) rebanadas de
robalo o sierra fritas, etc., etc.
Esa era básicamente nuestra canasta
alimenticia, con el libre comercio y capacitación que fueron recibiendo
nuestros agricultores se fueron incrementando los alimentos brócoli, pimientos
morrones, y una gran variedad de legumbres, asà como también de frutas como el
rambután procedente de Malasia, el Kiwi de China, que el Noni, en fin realmente
me ocuparÃa mucho tiempo describir tantos alimentos que en los últimos años se
han agregado y también muchos que para las personas son desconocidos, debido a
los cambios alimenticios que hemos sufrido y a la llegada a nuestro PaÃs de la
Comida Rápida, muchas personas hemos dejado de consumir esos tipos de alimentos
mencionados en el principio, el eliminar la fibra de nuestra alimentación ha
provocado una serie de problemas digestivos y si aunado a esto le agregamos el
ya tan traÃdo y llevado estrés, realmente nuestra condición de salud puede
considerarse en peligro, somos considerados uno de los PaÃses que ocupamos un
deshonroso cuarto lugar en el consumo de refrescos, y desgraciadamente el
primer lugar en obesidad infantil y el segundo lugar en obesidad en adultos,
realmente es preocupante hacia a dónde nos vamos dirigiendo a éste ritmo y con
éstos niveles mencionados, pero eso si escuchamos voces que nos dicen que para
bajar de peso compremos que la semilla de Brasil, que sin ningún esfuerzo
adicional bajaremos mágicamente, que las bayas de goji, que el ungüento de
árnica, que la leche de alpiste, que las pastillas de equis cosa, recuerdo
mucho que en mi juventud, como no tenÃamos casi oportunidad de gozar de tantos
adelantos electrónicos, buscábamos divertirnos sanamente, ir a las pocas y
descuidadas canchas que existÃan era una gran diversión, subir a los cerros nos
hacÃa sentir como conquistadores, tomarnos unos vasos de agua simple o de limón
era un premio para tanta energÃa quemada, practicar baile regional, brincar la
cuerda, jugar encantados, esas actividades al aire libre, nos liberaban de
tensiones y además no dejaban que la grasita se nos acumulara en el cuerpo, hoy
en dÃa existen tantas y tan variadas voces que ya ni sabemos que hacer, que no
le pegues al niño, que no le llames la atención, que cómprale lo que quiera
para que no desee nada como tú lo deseaste, que llévalo de paseo a comer
hamburguesas, que hazle hotdogs, que coma eso con tal de que coma algo, ya los
postres caseros como el arroz con leche sólo el de super, los tejocotes en
dulce ni los conocen, y si los ven ni les gustan ni saben que es, la calabaza
sólo piensan que es un adorno de dÃa de Muertos y no saben que es un alimento
valioso y nutritivo, realmente las voces del mercantilismo son más fuertes que
las voces de la razón.
Un familiar tenÃa una jugueterÃa y le
pregunté porque habÃa cerrado su negocio, si ya no se iba a dedicar a eso y me
contestó, “no, ya no es negocio, ya los niños no juegan con juguetes, ahora
todos tienen y piden tabletas, celulares, Xbox”. Ahora las calles han quedado mudas, ya no se
oyen las voces de los niños correteando de aquà para allá, en primera porque
eso es algo pasado de moda y enseguida porque con tanta inseguridad, mejor
preferimos tenerlos encerrados en casita distrayéndose con sus aparatos
electrónicos, pero las voces siguen siendo fuertes, que si esta faja te baja de
2 a 3 tallas, qué si ésta camiseta te hace ver con el cuerpo de tu artista, que
ésta crema te dejará el cutis de porcelana, que este gel te hará crecer las
pestañas al instante.
Las voces que escuchamos son muy fuertes,
que ahora la ceja se usa asÃ, y vemos un montón de personas con las cejas
parecidas, no digo que no debamos darnos nuestra manita de gato, eso es natural
en las mujeres resaltar nuestra belleza, pero verdaderamente somos unas al
salir del baño y otras al salir de casa, totalmente transformadas, en no sé qué,
porque verdaderamente tal parece que queremos ocultar algo tras una gran capa
de maquillaje, y al llegar la noche y quitarnos todo lo que nos cubrÃa el
rostro nos quedamos con nosotras mismas, los ojos se nos ven chiquitos, el
rostro descolorido, pero bueno eso no es malo, sino que nos preocupamos más por
la apariencia externa que por lo que guarda nuestro interior, pudimos ser o no
ser muy agraciadas por la naturaleza, esa no es culpa nuestra, es herencia
paterna o materna, pero lo que sà es nuestra responsabilidad es procurar ser
bellas interiormente, porque puedo asegurar que lo que poseemos dentro de
nosotros puede darnos luz y embellecernos fÃsicamente.
En una plática que tuve recientemente con
alguien le comentaba que, yo no era nada fotogénica que siempre salÃa muy mal,
y entonces me enseñó algo, los teléfonos inteligentes traen una función que
corrige defectos, agranda los ojos y alarga el rostro, y entonces entendà que
muchas personas colocan fotos de una belleza virtual que no son en realidad lo
que muestran que se dan una ayudadota, y una amiga reÃa cuando le decÃa que yo
era fea, pero naturalita.
Después de tanto bla bla bla, quiero
invitarte a escuchar tu voz interior, a que analices todo y tomes lo que mejor
te parezca, recuerda que nadie es igual, que lo que a uno le funciona a otro
no, que de tantos consejos de belleza algunos te sentarán y otros deberás
dejarlos ir, que escuches las voces que te hacen crecer, las que revitalizan tu
espÃritu, no todas las voces son sinceras, algunas sólo repiten lo que se les
indica, tu prueba lo que quieras, convéncete por ti mismo de lo que es mejor
para ti, ábrete al progreso y mejoramiento de tu persona y de tu personalidad,
escucha las voces pero al final decide qué tomas y que dejas.
VOCES, VOCES, UNAS ME AYUDAN OTRAS ME
CONFUNDEN PERO AL FINAL COMO SER INTELIGENTE YO DECIDO CUAL ESCUCHO Y CUAL
IGNORO.
Por Araceli Canaan.
*Las ideas plasmadas en los artÃculos, son responsabilidad de quien las escribe*.
