Tal
vez pareciera una frase de alguien que rechaza alguna proposición o una
insinuación, pero nos sorprendería saber que es una expresión de alguien que,
por alguna circunstancia, se ve enfrentada a, quizá, morir. Hablar de éste tema es un poco difícil y
escabroso, sobre todo cuando amamos la vida, cuando nos parece realmente un
regalo maravilloso, recuerdo un pensamiento de una conversación entre la vida y
la muerte (considerando que ambos fueran
en realidad unos personajes). La muerte le decía a la vida, “¿por qué tu
eres tan anhelada y deseada y yo soy despreciada?, todos me miran con odio y
recelo y ante ti, todos ríen y se regocijan”. La vida le contesta a la muerte “esa
es una paradoja, nacemos para morir y morimos para nacer, ¿te has dado cuenta
que cuando nace un pequeño todo es felicidad?, todos ríen, se abrazan, se
alegran y el bebé llora, y caso contrario cuando alguien muere, su rostro
adquiere un ritus mortis, toda expresión abandona el cuerpo, entra en una
rigidez total, y aquí El parece liberarse
del dolor, del sufrimiento, de la angustia, en fin de todo lo que conlleva
tener un cuerpo expuesto a cientos de enfermedades y sentimientos, y los que le
rodean lloran; pero puedo asegurarte que allende la muerte, hay regocijo en los
cielos por recibir y re encontrarse con un ser amado que ha acabado su jornada
terrena. Así es mi querida amiga no sé
porque todos se resisten a pensar y a prepararse para algo que indudablemente
les pasará a todos”.
¿Realmente
el morir será el fin de algo? Considerando que así fuera, ¿qué caso tendría
realmente esforzarnos por ser buenas personas, por ser amables, por alcanzar y
poseer ciertas virtudes, si finalmente todo acabará? Analizando este concepto,
me he dado cuenta que la mayoría de personas dedicadas a obrar mal en la vida, cometiendo todo tipo de
tropelías considera que esta vida es el todo, y que por ello deben disfrutar y
exprimir su estadía en esta tierra al máximo, es por esa razón que existe tanta
maldad, tanta perversidad, porque la gente piensa que no hay más, pero está
comprobado que éste tiempo en la tierra es sólo un instante en la Eternidad,
que la vida no aparece al momento de nacer, que realmente nosotros venimos de
una esfera distinta, vivir es un paso obligado para cada individuo que pisa la
tierra, y dependiendo de cómo sea su actuación recibirá un galardón más
adelante, se dice que nos somos personas terrenales teniendo experiencias espirituales, sino que
somos personas espirituales teniendo experiencias terrenales, y aunque ésta
vida parezca compleja, injusta, dolorosa, nos ponga al borde quizás de la
locura, la vida es algo que en realidad vale la pena, no sería justo tener una
esposa, hijos, padres, hermanos, tíos, en fin una gran ascendencia y
descendencia y al morir todo se perdiera, se terminara todo lazo que nos dio
felicidad y esperanza en esta vida, definitivamente existe una vida más allá de
la muerte, debe ser que realmente pueden seguir existiendo esos lazos que nos
unieron aquí. Existen muchas evidencias
de personas que por alguna circunstancia o evento de salud, por un tiempo o un
momento abandonaron su cuerpo y lograron atravesar hacia ese lugar al que todos
vamos al morir, y hablan de él como algo bonito, como una gran luz, hablan de
haber encontrado a sus seres amados que han ido por ese camino que
indudablemente todos tendremos que transitar algún día, a veces les manifiestan
que todavía no es su tiempo y que tienen que regresar a terminar con su tiempo.
Y
aquí me nace una pregunta, ¿realmente tenemos un tiempo para morir?, o ¿algunos
nos adelantamos a ese evento? Se dice mucho una frase: “Cuando te toca, aunque
te quites, y cuando no te toca, aunque te pongas”, ¿será acaso eso verdad? Yo
no sé, pero creo que no me tocaba hace unos meses que me tocó estar cerca en
una balacera, pero si puedo asegurarles algo, me dio un pánico a morir, corrí
como una campeona, al ir corriendo iban pasando muchas cosas por mi cabeza,
pensaba que mi familia no iba a creer que me había ido tan rápido, y me
angustie al pensar que no los volvería a ver, si es cierto que pasan demasiado
rápido las cosas, ya después con calma, pasado el susto, he meditado muchas
cosas, alguien me dijo que no debemos temer a la muerte, porque una cosa si es
segura, vivos no saldremos de ésta vida, todos tarde que temprano tendremos que pasar por esa experiencia, pero
de que es algo difícil, no lo dudo, yo creo que muy poca gente está realmente
preparada para morir, en la familia decidimos tener unos 3 espacios listos para
quien le toque irse y como insistía mucho en que fueran varios. Un día, en
broma, mi hermana me dijo, bueno tu ocuparás el primero, nos reímos porque ya
me andaba dando la oportunidad de estrenarlos, pero ya después hemos platicado
y realmente sólo eso tenemos seguro, ahora ya nadie tiene segura la vida, la muerte
es indudablemente lo que sigue, pero, pensamos en ello ocasionalmente, tratamos
de ser honrados en nuestros tratos, amamos a nuestra familia intensamente y
vivimos con ella como si fuéramos a estar eternamente juntos, y nos preparamos
para la muerte como si hubiéramos de morir mañana. Debemos darnos la oportunidad de vivir cada
instante con intensidad, con amor, con paciencia, nadie puede decirnos como
será nuestro fin, si será trágico, si será como el de mi padre, que se acostó
una noche y no volvió a ver la luz del día, pero debemos llenar nuestra mente
de recuerdos bellos y gratos, porque todas nuestras riquezas y bienes se
quedarán en la tierra, pero lo que haya sido almacenado en la mente y el
corazón, sin duda serán las riquezas que inherentemente nos acompañarán al otro
lado del velo, tratemos de hacer placentero nuestro viaje por esta tierra
hermosa, disfrutemos de las diferentes estaciones a las que llegamos,
despojémonos de las cargas inútiles de la venganza, del odio, del remordimiento,
llenemos nuestro equipaje de lindos recuerdos, de celebraciones con la familia,
de días de campo, de amaneceres y atardeceres al lado de nuestros amores,
grabemos el corazón de los que amamos con gratos recuerdos, para que cuando nos
vayamos de ésta vida, tengan un buen sentimiento, bueno perdón por hablar de
esto pero creo que éste asunto debería ser tratado con mucha seriedad, debemos
de pensar en ello ocasionalmente, porque cuando llegue el momento no habrá
excusa ni pretexto para no acudir a la cita, y lástima que no podamos decir: No
ahorita no….no estoy preparada para esto.
Por Araceli Canaan.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.
