PRIMAVERA:
Considerada una de las más bellas estaciones del año. Con su llegada
todo cambia, el panorama un tanto gélido y oscuro se vuelve brillante e
iluminado; los campos, bosques, montañas, caminos, lucen sus vestidos
multicolores regalando a la vista un bello y motivador espectáculo.
Parece un verdadero concurso, una fiesta de olores y
colores, el ánimo de las personas mejora y se renueva, el cutis se vuelve
radiante, terso, la belleza del paisaje contagia y motiva, indudablemente la primavera
es una época hermosa y maravillosa y lo mejor es que siempre vuelve.
Equiparando las estaciones con la vida puedo decir que, la
primavera es el renacer, como un capullo abrimos los pétalos a una nueva vida,
florecemos, damos alegría, esperanza, llenamos de luz todo cuanto nos rodea,
somos plenos, vivaces, enseñables, corremos, saltamos, brincamos, somos
felices, somos niños, disfrutamos en plenitud todo.
VERANO: El verano llega a instalarse haciendo a un lado la
Primavera, ya que la gente está alegre, feliz, relajada, viene a invitarnos a
continuar disfrutando, a salir a veranear a la playa aprovechando los días
soleados, a broncearnos (bueno no es tan feliz para aquéllos que tienen que
trabajar bajo los rayos del sol) pero invariablemente está asociada con
vacaciones, acampar, flojear, en fin disfrutar plenamente quien puede hacerlo,
esta estación nos hace disfrutar invariablemente de un clima cálido con
diversión extendida ya que los días son largos y las noches cortas.
A esta estación le podemos llamar la juventud, donde para
muchos es fiesta, diversión, moverse, disfrutar, dar y recibir, el enamorarse
planear, formar familias iniciando nuevos horizontes, es dar y recibir regalos,
es entregarse en plenitud, es ser capaz de subir y bajar sin cansarse, de
amanecer y parecer fresco y renovado con facilidad, pero ésta época es decisiva
para lo que enfrentaremos más adelante.
OTOÑO: Su llegada,
marca la caída de las hojas. En lugares donde las estaciones son muy marcadas
vemos tonos, naranjas, rojos, amarillosos, verdosos, como un bello tapete en el
suelo, los árboles lucen primero un vestido multicolor para después ser
desnudados por el viento.
Esta es una época de lluvias también donde muchas de las
actividades cesan, donde la gente se ve poco por la calle, abundan las
sombrillas de brillantes colores.
En la vida el otoño llega a nosotros y empezamos a decaer
en nuestras funciones, se empieza a perder esa plenitud, la juventud y el vigor
empiezan a alejarse, nuestro cabello cambia el color y se vuelve plateado,
declina la salud, se pierde la viveza y
claridad de la vista, muchas cosas cambian, a veces el panorama de nuestra vida
lo vemos lluvioso. Sentimos que algo ha
huido de nosotros, empieza un cambio en nuestra vida.
INVIERNO: Considerada la estación más fría de todas se
caracteriza en algunos lugares del mundo por una gran cantidad de nieve, en la
mayoría puede decirse que se sufre del frío en cualquiera de sus variaciones,
hay mayor consumo de energía para mantener calientes los hogares, nos cubrimos
con ropas abrigadoras y olvidamos un poco el glamour y nos encimamos las
chamarras para mantener una temperatura adecuada, los alimentos que se consumen
contienen una gran cantidad de energía para compensar la temperatura del
cuerpo, también el carácter de las personas cambia muchos sólo entristecen y otros sufren de depresión estacional.
Muchos empiezan a sufrir estos cambios desde el otoño, pero indudablemente se
acentúa con el invierno. Tal vez por ello hay tanta luz para llevar a nuestra
alma algo que la ilumine.
Así llega el frio invierno a nuestra vida, paraliza muchas
de nuestras actividades, no podemos disfrutar como cuando éramos jóvenes y
bellos, exponernos al clima puede acarrearnos una enfermedad que de complicarse
nos puede llevar hasta la muerte (una vecinita decía enero y febrero
desviejadero). La razón un poco el
clima, un poco el desánimo, la depresión, la tristeza, el abandono, esta época
nos hace recordar a seres amados que se nos han adelantado, para muchos es un
tiempo de felicidad pero para quien atraviesa por alguna circunstancia difícil
se torna algo pesado, por más que nos cubrimos no logramos calentarnos
internamente, el declinar de la vida nos arrastra.
Lo más importante que puedo sacar de esto que he escrito es,
que en todo el mundo no es la misma estación al mismo tiempo, mientras en unos
lugares es primavera, para otros es invierno, así nos pasa muchos atravesamos
nuestros inviernos en primavera o en otoño, todos somos llevados por diferentes caminos y por diferentes
direcciones, mientras unos se van en de esta tierra en primavera, otros los
hacemos en las siguientes estaciones, de ahí que debemos disfrutar a plenitud
todo lo que se nos permite vivir, debemos esforzarnos por disfrutar todo lo que
se nos presente, aún en el dolor hay enseñanza, hay ocasiones que por estar
pensando en lo futuro no disfrutamos el día que tenemos como regalo, no sé en
qué estación del año te encuentres viviendo, no sé qué dolores te estén
aquejando, pero sea cual sea tu situación anímate, renuévate, muévete. Tal vez
no tengas tus funciones al 100 pero mueve tus ojos, mueve tu mente, mueve un
dedo, estírate al levantarte, háblale a tu cuerpo, ámalo, agradécele y poco a
poco te darás cuenta que todo va a ser mejor.
No te quedes en el invierno de la vida recuerda:
QUE SIEMPRE, SIEMPRE, PUEDE VOLVER A SER PRIMAVERA.
Por Araceli Canaan.
*Las ideas plasmadas en los artículos, son responsabilidad de quien las escribe*.
