Amigos
de conectados hoy les comparto este artículo que encontré en la web de un
periodista llamado Juan Miguel Zunzunegui este artículo habla de la terrible
desunión y divisiones que imperan en la cultura mexicana y que básicamente son
la causa de la falta de efectividad social y de los fracasos de México
Masiosare,
ese extraño enemigo del que se hace mención en nuestro himno nacional, ha
reaparecido y está nuevamente entre nosotros: profanó con su planta nuestro
suelo y está listo para destruir a México.
Lo
triste es que Masiosare es extraño, pero no extranjero y de hecho ha estado
eternamente entre nosotros; el principal y más terrible enemigo que ha tenido
por siempre el mexicano y cualquier otro mexicano, dispuesto a hacernos
pedazos.
Los
mexicanos tenemos esa terrible y maravillosa tendencia a achacar todos nuestros
problemas a alguna misteriosa y maquiavélica fuerza ajena a nosotros: perdemos
el mundial porque el árbitro está en contra nuestra; en las olimpiadas los
jueces de la caminata están en contra de los mexicanos; Fernando Platas no le
cae bien a los jueces de clavados y por eso lo califican mal; seríamos ricos si
los españoles no nos hubieran conquistado; seriamos potencia si los gringos no
nos hubieran quitado el territorio del norte y hubiéramos ganado el mundial del
94 si Bora hubiera hecho los cambios y metido a Hugo Sánchez. Por supuesto,
López Obrador hubiera ganado si no fuera por el complot de la derecha
internacional orquestado, pero en fin todo con el cariño de siempre, como dice
el osito Bimbo.
Nunca
se nos ocurre pensar que los problemas de los mexicanos pueden ser culpa de los
mexicanos, principalmente porque somos enemigos unos de otros. En casi todos
los países del mundo, el ataque de un extranjero provoca la unión del pueblo
por más dividido que esté. Aquí nos divide más.
Cuando
fue presidente de TODOS los mexicanos (aunque hayan votado por otro (partido)
Felipe Calderón, el señor se fue a una gira por Europa que tuvo bastante éxito
y en la que desde luego nos dejó mucho mejor parados que su antecesor. En esta
gira hubo cosas interesantes, se promovió al país, se le dio buena imagen, se
dio confianza al inversionista, pero las noticias en México les dieron más
importancia a los berrinches de aquel Comandante Chávez.
Calderón, representante de todos
los mexicanos en aquel tiempo, habló de unidad en Latinoamérica por encima de
izquierdas y derechas.
El Comandante
Chávez no perdió oportunidad para arremeter en su contra, insultarlo y burlarse
de él, por tanto, del pueblo de México.
De inmediato los diputados y
senadores del PRD y otros partidos hicieron la 'Cargada', pero del lado del venezolano:
es necesario restablecer la relación con Venezuela, sin importar los insultos
que su presidente inflija al nuestro es lo que argumentaban.
Por
aquellos años Calderón va a España a hablar con el presidente Zapatero y ese
mismo día se le adelanta el líder de su propio partido, para decir que Zapatero
hace mal las cosas y que en realidad no está combatiendo el crimen organizado y
el terrorismo.
Fox era muy malo para la
diplomacia, terrible; pero lo que le hizo a Castro de grabarle conversaciones y
publicarlas es una canallada. Los diputados y senadores de la oposición fueron
al monumento a José Martí a colocar una ofrenda al pueblo cubano en desagravio,
¡y nuestro agravio... ¿qué?!
Hace
cien años decía Porfirio Díaz: la razón por la que le va mejor a Estados Unidos
es que una vez que alguien gana la presidencia, el pueblo y los políticos se le
unen para trabajar por la nación. En cambio, en México, en cuanto alguien toma
el poder, todos, enemigos y antiguos amigos, se ponen en su contra. Eso fue
hace cien años y pudo haber sido dicho ayer.
Mexicanos
al grito de guerra, pero entre nosotros. Y este es el meollo del asunto, nos
atacamos entre todos cuando deberíamos unirnos porque es una costumbre
histórica heredada de generación en generación. Cuando México firmó su acta de
independencia, el 27 de septiembre de 1821, nuestro primer día como nación
libre, comenzaron los golpes. Unos querían un imperio, otra monarquía.
De ellos, cada quien, con un
rey distinto. Otros más se decantaban por la república, pero unos la querían
federal y otros centralistas. Eso nos hizo pelearnos todo el siglo XIX.
Cuando
por fin los más importantes paladines de la independencia se pusieron de
acuerdo, formaron un congreso que nombró emperador a Iturbide como Agustín I;
al día siguiente, aquellos que pelearon a su lado ya peleaban en su contra.
Nuestro primer presidente, Guadalupe Victoria, encontró a su peor enemigo en su
vicepresidente, Vicente Guerrero, quien al llegar a la presidencia encontró a
su peor enemigo en su vicepresidente, Anastasio Bustamante. Otros grandes
antagonistas fueron Benito Juárez y Valentín Gómez Farías, siempre que fueron
fórmula de gobierno.
Y esa
tan lamentada invasión gringa en la que perdimos medio territorio todo mexicano
la recuerda, pero casi ninguno conoce los pormenores. Mientras los ejércitos
invasores avanzaban por territorio nacional nuestros líderes se peleaban entre sí
por el poder. Dos Marianos eran los protagonistas políticos de la época; el
presidente Mariano Paredes, al mando del mejor ejército del que México había
dispuesto en su historia, en vez de defender a la nación de la invasión lo usó
para conservar el poder. El otro Mariano; Salas, estaba en la capital
proclamando la monarquía. Los yanquis desfilaban sin mucho disturbio a Palacio
Nacional.
Y en
la famosa Revolución Mexicana todos nuestros 'héroes' se mataron entre sí.
Todos han pasado a la historia como buenos y tienen sus nombres en oro en el
Congreso; pero el héroe Carranza mató al héroe Zapata, el héroe Obregón mató a
los héroes Villa y Carranza y el héroe Plutarco Elías Calles mató al héroe
Obregón. Por cierto, el héroe Calles fue expulsado del país por el héroe
Cárdenas.
El proyecto de Guerrero era
quitar a Victoria, el proyecto de Bustamante era quitar a Guerrero; el proyecto
de Santa Anna era quitar al que estuviera; el de Juárez fue quitar a Santa Anna
y el de Díaz quitar a Juárez. Madero tuvo un proyecto: quitar a Díaz; Obregón
quitar a Carranza y Calles quitar a Obregón. El proyecto de Fox era quitar al
PRI...El proyecto del ciudadano López era quitar a Calderón y el proyecto de
Peña Nieto es… ¡No sé! Creo mover a México, pero solo él sabe
Y en torno a todo esto último
deberíamos reflexionar, sobre aquellas palabras citadas de Porfirio Díaz: “ya
es hora de que dejemos de unirnos para atacar al presidente, ya es hora de que
el proyecto de nación deje de ser quitar al que tiene el poder”.
Aunque
se representa al gringo promedio como Homero Simpson, son potencia mundial
porque trabajan en equipo y porque a pesar de todo respetan a sus instituciones
y a su presidente, mientras aquí ya estamos todos contra E.P.N. aunque él nos
de motivos para hacerlo.
En
este momento decisivo de nuestra historia vemos una vez más a MASIOSARE enfrentando a todos contra
todos. El ciudadano López Obrador está dispuesto a destruir y reventar este
país antes de dejar que lo gobierne alguien que no sea él.
Dicen que el pueblo unido
jamás será vencido...
¿Cuándo será el día en que
México esté unido?
Tal vez ese día si logremos
derrotar a Masiosare, ese extraño enemigo.
Y seamos una nación poderosa y
libre de todos esos paradigmas ancestrales que hemos acarreado en nuestras
mentes desde la conquista hasta hoy. En este mes de septiembre vivamos nuestra
mexicaneidad y cambiemos nuestras conductas y no olvidemos que por pequeñas
cosas proceden las grandes
Viva México.
Por Marío López.
*Las ideas plasmadas en los artículos son responsabilidad de quien las escribe*.

