¿Alguna vez han necesitado un
favor de alguna persona y termina siendo contraproducente? Bueno, a mí ya me
pasó… varias veces.
He escuchado en varias y
diferentes ocasiones una frase que dice algo como: “si quieres algo bien hecho,
hazlo tú mismo”; y es que las cosas que necesitamos de forma personal nunca van
a importarle a alguien más como nos importan a nosotros mismos, porque lo que
sea que necesitemos no influirá en la vida de otros como influye en nuestra
vida.
No estoy diciendo que las
personas a nuestro alrededor no les importemos, pero si yo necesito llevar mi
ropa a la tintorería o mi perro al veterinario y por cualquier razón la persona
delegada para hacerlo no lo hace, ella o él no sufrirá por el perro o por la ropa,
por lo que su “pesar” y lo influyente en su vida no será muy grande.
Quiero que quede claro que
agradezco y acepto los favores y la ayuda que las personas brindan a mi vida,
pero hablando de favores hay ciertas cosas que debemos considerar.
1)
Analiza diligentemente a quién vas a pedirle el
favor. Obvio no vas por la vida pidiendo favores a cualquier extraño, generalmente
lo hacemos con algún miembro de nuestra familia o con amigos muy cercanos pero
en general, debes estar seguro que es una persona responsable, es decir, una
persona que sabes que no te va a quedar mal.
2)
Accesibilidad. Debes estar abierto a la
posibilidad de que esta persona tal vez no pueda ayudarte con lo que necesitas
ni en la forma ni en el tiempo en que tú lo requieres, no todos contamos con el
mismo estilo de vida ni los mismos tiempos, así que si esta persona se niega a
ayudarte no debes molestarte ni deben quedar asperezas por eso.
3)
No debes cargar la mano. Si esta persona accede
a ayudarte debes recordar que es porque tiene aprecio por ti. No es su
obligación ayudarte ni debes darle todo lo que te corresponde a ti; esta
persona sólo está dándote un alivio a
tus cargas.
4)
Dinero. Esa parte es bastante complicada,
tratándose de dinero, nunca jamás en tu vida pidas prestado dinero si sabes que
después no podrás pagarlo. Tú no sabes el esfuerzo que hace cada persona para
lograr lo que tiene, así que con este punto siempre ten mucho cuidado.
Si alguien está pidiéndote un
favor, entonces tú considera lo siguiente:
1)
Es válido decir no. De verdad, si no puedes
hacerle un favor a alguien porque no tienes tiempo, porque que te queda muy
lejos o simplemente porque no tienes ganas, NO LO HAGAS, es válido decir que no
cuando sabemos que no está dentro de nuestras posibilidades hacerlo. Cuando
hacemos algo de mala gana, generalmente no sale como lo planeamos, así que es
preferible decir no, a decir sí y quedar mal frente a esta persona.
2)
No chantajear. Chicos, en serio, uno no va por
la vida haciendo favores a las personas para después decir “recuerda que yo te
ayudé con…” porque entonces tú te ves mal. O si no, ir por ahí condicionando
otros favores diciendo “anda, ayúdame que yo te ayudé cuando tú…”, los favores
se hacen de corazón y se disfrutan más cuando los hacen sin pedir nada a
cambio.
3)
Hazlo bien. Si no hay impedimentos para que
puedas hacerle un favor a alguien, por favor hazlo bien, y sobre todo si tú te
ofreciste para dicho favor. No está
chido que te tengan que estar correteando y recordando para que lo hagas (a
menos que sea yo, porque de verdad se me olvida todo). Esta persona que haya
necesitado de ti está depositando confianza en ti, haz buen uso de esa
confianza.
No se siente bien cuando tú
pides algo a alguien y defrauda tu confianza y terminas corrigiendo todo;
gastando más tiempo, energía o dinero de lo que hubieras utilizado
originalmente. SIEMPRE HAZ LAS COSAS A OTROS COMO TE GUSTARÍA QUE HICIERAN
CONTIGO.
Por Saraí Castro.
*Las ideas plasmadas en los artículos son responsabilidad de quien las escribe*.

