Hola amigos de conectados, aquí les presento las 9 técnicas
que utilizan los supermercados para hacernos caer y que gastemos nuestro
dinero.
Entramos al supermercado y, de
pronto, escuchamos una música suave, agradable. No sabemos por qué, pero nos
han entrado ganas de comprar, algunos experimentos han conseguido probar que,
si pones música infantil en la zona de juguetes, se venden más juguetes que en
donde no hay este tipo de música.
2. Más espacio, más artículos
Disfrutando
de la música nos lleva a tomar un carrito. ¡Vaya! ¿Soy yo o estos carritos han
crecido? Desde los años 30 – cuando se empezaron a usar- el tamaño de esta
herramienta de compra ha aumentado bastante. ¿Por qué? Para algunas personas,
por no decir la mayoría, el hecho de salir del super con un carrito casi vacío
es bastante deprimente. A los compradores nos gusta sentir que hemos hecho un
buen trabajo y cuanto más lleno el carro, mayor es la satisfacción que
sentimos.
3. ¿Dónde están las cosas?
Aovando
por el pasillo, escuchando la música que han puesto para nosotros y empujando
ese carro inmenso. Todo va bien hasta que te das cuenta de que no encuentras la
leche por ningún lado. ¿Sabes por qué? En los supermercados prefieren poner los
productos básicos bien al fondo, de esta manera consiguen que pasees por toda
la tienda, fijándote en otros productos y aumentando las probabilidades de que
los compres, aunque no sean tu objetivo principal.
4. ¡Mira aquí y aquí!
Seguimos
por el pasillo con el carrito lleno de objetos prescindibles que hemos comprado
en nuestra búsqueda de los imprescindibles. Curiosamente, en las estanterías a
la altura de nuestros ojos hay muchos más artículos caros o golosos. En estos
establecimientos procuran situar aquellos productos que quieren vender más a la
altura de nuestra cabeza, de esta forma seguro que nos fijaremos más. Y ¡ojo!
Si vamos con un niño, también habrán acomodado unos productos para él y los
habrán puesto ajustándolos a su medida. Cuando ya hemos saboreado el
maravilloso nuevo artículo, paseamos un poco más buscando algo que necesitamos.
5. Si no es cifra redonda, parece
más barato
Nos
detenemos frente a un producto interesante y nos fijamos en su precio. En
general, los compradores solemos fijarnos en el primer número, pero olvidamos
los decimales, los centavos. Es por eso que $15 nos parece un precio alto y
$14,99 una oferta. Será un truco viejo. Pero, aún hoy sigue funcionando.
6. Ofertas, ¿buen precio!?
Aceleramos
con nuestro carrito, y hemos visto algo. ¡Miramos un artículo con una etiqueta
y un cartel rojo! ¡Oferta! No tiene por qué. El color rojo suele situarse en el
exterior del supermercado, en la zona de estacionamiento, por ejemplo, asociado
a las “ofertas”. Sin embargo, en muchas ocasiones nos encontramos que la
etiqueta roja, una vez dentro del súper, no siempre significa un buen precio,
pero eso, consigue llamar nuestra atención.
7. ¡Qué bonito es todo!
Ahora
que nos fijamos, entre la música, los colores y este tono de las paredes, estamos
empezando a sentirnos bien. En los supermercados pintan sus paredes de colores
cálidos, por ejemplo, el naranja, dando sensación de intimidad y haciendo
acogedor su establecimiento, consiguiendo que compres un poquito más.
8. Uy… ¡Qué hambre!
Desde
que hemos entrado tenemos una sensación de hambre recurrente, ¿por qué? Hemos
pasado varias veces por delante de la zona de la pastelería y de la panadería,
ya que estaban situadas en lugares muy estratégicos para que se nos antojaran
sus productos mientras estemos en el super. El efecto que la empresa ha buscado
se ha conseguido: si compras con hambre, compras más.
9. Antes de que te marches…
Vaciamos
el carro y dejamos los productos en la cinta, pero, de pronto, nos fijamos en
algo: ¡Delicias! Chicles, caramelos, chocolates… Artículos baratos y de antojo
que hacen más entretenida nuestra espera en la caja, mientras otro cliente
paga, podemos escoger un delicioso snack que puede endulzar nuestro regreso a
casa.
En fin, como lo dije, lo encontré en la web y agradezco a mi amigo “gton11” por la información, la cual comparto con ustedes. Ya saben mis conectados, cuidado al asistir al supermercado a comprar solo una pasta de dientes y salgan con medio carrito lleno de artículos que no necesitan.
Saludos
y hasta la próxima.
Por Mario López.
*Las ideas plasmadas en los artículos son responsabilidad de quien las escribe*



