Veo mi
reflejo en el espejo. Todo se torna gris y blanco, solo soy yo. Viene un
flashback a mi cabeza, sonrĂo. Lo tengo todo muy claro. Te extraño, te extraño
mucho, extraño tus caricias, tus abrazos. Veo el espejo y en él está esa vez
que me caĂ del columpio y estabas ahĂ para mĂ. Bajo la mirada con la misma
sonrisa. Veo de nuevo el espejo. Me acerco, mis ojos son tristes, en el espejo
está cuando nos peleamos, te aventé un libro en los pies, tu solo gritabas.
CorrĂa hacia el cuarto. “Ven acá, ven acá”. AzotĂ© la puerta. Vuelvo a ver mi
reflejo. Mis rodillas se doblan poco a poco. Mis brazos enredan mi vientre.
Lagrimas recorren mis mejillas. Siento un silencia absoluto. “¿Eres tĂş?” digo
en voz baja. Me levanto. Volteo al espejo y te veo. Tu mano sobre el cristal,
la mĂa se compacta con la tuya, es solo mi mente. SabĂa que te perseguĂa, pero
no que te estaba matando. EstĂşpido insecto. Prefiero estar contigo a sentirme
sola. Te extraño, debĂ estar ahĂ, te amo. Quiero ver tu sonrisa, tus ojos, oĂr
tu voz. Regresa, o llévame. Perdón por no valorarte o ponerte en primer lugar.
Vuelve mamá.
El
valor que tiene una madre es Ăşnico. Agradecer las cosas que hacen por nosotros
es importante. Hacerlo no cuesta. Ama a la figura materna más importante que
tienes en este momento.
Reto:
Durante 5 dĂas abraza 11 veces al dĂa despuĂ©s de eso, comenta cĂłmo te sientes
después de hacerlo.
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Por Caro PavĂłn.
*Las ideas plasmadas en el artĂculo son responsabilidad de quien las escribe*